Por ley el extranjero que comete un delito es deportado, pero existe una medida excepcional por la cual podrían seguir en Japón, dice el experto japonés.
Por Takefumi Miyoshi*
PREGUNTA: Tengo un amigo peruano que fue detenido por golpear al dueño de una tienda de 24 horas después de intentar robar una botella de vino. Él tiene 25 años y es descendente de japoneses. Si mi amigo fuera condenado, ¿Inmigración lo deportará después de cumplir la pena de prisión? O no lo deportará porque es nikkei.
RESPUESTA: Según el Libro Blanco de Crímenes en Japón, los crímenes que han cometido peruanos son diversos: asesinato, asalto, prostitución, posesión y compraventa de drogas, falsificación de documentos, tocamiento en trenes, entre otros. “Por principio” Japón deporta a los criminales a su país de origen a través del Trámite de Deportación admitido por la Ley de Inmigración.
El caso de su amigo peruano también corresponde a esta regla. En cuanto él cumpla su condena, la Oficina de Inmigración ejecutará la deportación. No obstante, esto es un “principio” que tiene entre comillas porque el/la ministro(a) de Justicia otorga el Permiso Especial de Residencia según su criterio. Es una medida excepcional, pero las personas con este permiso pueden seguir residiendo en el archipiélago nipón.
Pero fíjense. La posibilidad de obtener el Permiso Especial de Residencia depende mucho de cada persona, porque si hay cien personas que la solicitan, cada una tiene una circunstancia diferente. Hay gente que necesita ayuda humanitaria y otra no. Así que la Oficina de Inmigración debe estudiar caso por caso con mucho cuidado y detalladamente.
Su amigo también tiene posibilidad de conseguir el Permiso Especial de Residencia. No obstante, en Japón pedir el Permiso Especial de Residencia no es un derecho que pueden exigir los extranjeros sino es la disposición del jefe del Ministerio de Justicia.
Antes de que Inmigración llegue a decidir la deportación, el/la Ministro(a) revisa la historia personal, circunstancias relacionadas con la familia y la situación política internacional y diplomática, y estudia todo. Luego el/la Ministro(a) otorga el Permiso Especial de Residencia de manera arbitraria. Por eso, se considera como la última oportunidad para las personas que reciben la orden de deportación y como la “protesta contra el juicio de los examinadores e inspectores de la Oficina de Inmigración” que se presenta al titular del Ministerio de Justicia.
Estar casado con japonés o con un residente permanente y ser nikkei son algunas de las circunstancias especiales que reconoce como favorable la Oficina de Inmigración. No obstante, hay muchos más criterios pero no están abiertos al público. La gente piensa que esto es incomprensible pero así es como funciona actualmente. Si hay más preguntas sobre casos privados, consúlteme personalmente.
*Takefumi Miyoshi trabajó en diversos sectores del gobierno japonés como el Ministerio de Justicia y el Departamento de Inmigración. Es autor de varios libros en portugués relacionados al asunto, como «Manual da Lei de Imigraçao Japonesa». Dirección de su oficina: Tokyo-to, Tama-shi, Kaidori 1-31-1-503. Consultas en japonés, portugués e inglés al teléfono 042-371-8066. E-mail:joshua-galasha@mvg.biglobe.ne.jp
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