La reforma de la Ley de Trabajadores Enviados por Contratistas, o “Ley Haken” prohibirá el envío de trabajadores a las fábricas industriales, ejercerá mayor control sobre el contratista que seguirá existiendo para otros sectores laborales y obligará a las empresas manufactureras a realizar contratos directos no menores a dos meses de duración, según el proyecto publicado por el Ministerio de Trabajo, Salud y Bienestar de Japón en su página web.
Según dijo un vocero del Ministerio de Trabajo a International Press Digital, las reformas de la ley se irán aplicando en una fase de trasición de unos tres años “para no afectar el mercado laboral”. Se estima que las nuevas reglas de transparencia como obligar al contratista a revelar su margen de ganancia por la colocación en un empleo y la prohibición de los contratos diarios o menos de dos meses se pondrán en vigor seis meses después de la aprobación de la ley.
La prohibición del envío de trabajadores a las fábricas se aplicaría en menos de tres años. En los sectores laborales donde no ha habido despidos masivos en 2008 el envío de trabajo será permitido hasta cinco años como máximo, según el Ministerio de Trabajo.
PROTECCIÓN Y CONTROL
Este proyecto de reforma de la “Ley Haken” será aprobado en la siguiente sesión del Congreso de enero de 2011, después de que el gobernante Partido Democrático de Japón (Minshuto) llegara esta semana a un acuerdo con el ex aliado Partido Socialdemócrata (Shaminto).
El Minshuto dijo en su página web que el principal objetivo de la reforma es “proteger a los trabajadores enviados por contratistas y darles mayor estabilidad laboral a los temporales”.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo insistió en que la reforma le permitirá, en primer lugar, “fortalecer el control de los contratistas”, y segundo, “mejorar el tratamiento de trabajadores temporales enviados por las contratistas”, además de “adoptar medidas contra el envío ilegal de trabajadores”.
MÁS RESPONSABILIDAD DE LAS EMPRESAS
Sin embargo, para algunos sectores políticos quieren saber cómo esta reforma de ley evitará el desempleo ante un posible aumento del costo de mano de obra en las fábricas debido a prohibición del envío de obreros por las contratistas.
Kazuya Sakamoto del Departamento de Estabilidad Laboral del Ministerio de Trabajo, explicó a IPC que el debate de la reforma “está a nivel de los políticos” y “aún hay espacio para cambiar” cosas. Además, si la reforma pasara sin ningún cambio y dejara malas influencias en el mercado laboral “el Gobierno central no las dejará pasar” si no que “preparará una nueva ley o proyecto presupuestal” para incentivar a la contratación directa de trabajadores que hoy son temporales.
“Aún así la exigencia de la contratación directa en las fábricas va a crear una responsabilidad de la empresa sobre el empleado. Lo que ocurrió en la crisis de 2008 es que ni los contratistas ni las empresas asumieron esa responsabilidad”, sostuvo Sakamoto.
“De todas maneras estaremos muy atentos al mercado laboral para poder tomar medidas adecuadas”, concluyó el funcionario japonés.
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