El ministro de finanzas de Japón, Yoshihiko Noda, defendió hoy la decisión de su Gobierno de intervenir en los mercados para abaratar el yen, algo necesario, dijo, para reactivar el crecimiento y luchar contra la deflación.
Noda intervino hoy en el plenario de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), un importante foro donde en los últimos han saltado las alarmas ante la posibilidad de una «guerra de divisas», ante la escalada de intervenciones de varios países para devaluar sus monedas.
Hasta el momento, la gran mayoría de naciones que han tomado estas medidas eran economías emergentes que buscaban mejorar la competitividad de sus exportaciones frenando la revalorización de sus monedas, como es China, Brasil, o Corea del Sur.
Sin embargo, un pequeño grupo de naciones avanzadas se han unido a esta iniciativa. El mes pasado, Japón, la segunda economía del mundo, intervino por primera vez en seis años en el mercado de divisas para frenar la subida de yen, después de que la moneda llegara a tocar la posición más alta contra el dólar en los últimos 15 años.
Ayer, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, previno a los países del peligro de utilizar sus divisas como un «arma» económica, y del desencadenamiento de una «guerra de divisas», que acabaría dañando a la recuperación económica mundial.
En este entorno crítico, el ministro japonés aprovechó su intervención en el plenario para explicar la situación que atraviesa su economía y por qué se han tomado las decisiones recientes, algo que abordarán de nuevo los países industrializados en la reunión del G-7 que se celebra esta noche, en una cena en Washington.
Noda indicó que Japón ha avanzado en su recuperación, si bien el crecimiento se ha producido bajo la sombra de la deflación o caída de los precios.
«La deflación hace que los tipos de interés estén altos, y desanima a los inversores a invertir en tecnología a medio plazo. Además, los hogares no perciben mejoras porque sus ingresos nominales han caído, pese a que sus ingresos reales han crecido», indicó.
En estas circunstancias, dijo el japonés, el «Gobierno va tomar todas las medidas que sean necesarias para lidiar con esta situación.».
A corto plazo, indicó, el Gobierno se centrará en las medidas más efectivas para «impulsar la demanda y el empleo», así como en la elaboración de un presupuesto adicional que le permita solventar lo «antes posible» el problema generados por «el yen fuerte y la deflación».
Además dijo que en este contexto de presiones al alza contra el yen, el Banco Central de Japón mantendrá «un entorno de política financiera extremadamente acomodaticia», lo que supone, en términos financieros, que está dispuesto a intervenir en los mercados para mejorar las perspectivas de crecimiento del país.
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