Una encuesta ha revelado que la revolución de la gastronomía peruana no alcanza aún a revolucionar la moral de cierto sector de la población.
Por Enrique Higa
Tras el sonado éxito de Mistura y la estimación de que la economía peruana podría crecer 8 por ciento este año, parecía fácil sentirse optimista con respecto al futuro del Perú. Sin embargo, una encuesta de Ipsos Apoyo nos ha restregado una desagradable realidad en la cara.
Si la gastronomía y la economía del Perú apuntan al cielo, tenemos los valores por los suelos.
¿Qué dice el sondeo? Que el 8 por ciento de peruanos aceptaría dinero a cambio de su voto; el 12 por ciento también aceptaría dinero, pero votaría por el candidato de su preferencia (además de sobornables, estafadores); el 8 por ciento no sabría qué hacer y el 6 por ciento no precisa (potenciales corruptos); solo el 66 por ciento rechazaría la propuesta indecente. Es decir, el 34 por ciento de peruanos son corruptos o podrían serlo. El sitio web de Perú.21 también hizo una encuesta sobre el asunto. ¿Resultado? El 26 por ciento respondió que aceptaría dinero por su voto. ¿Qué clase de país somos? Gastón Acurio dice que para ser un país del primer mundo primero tenemos que ser ciudadanos del primer mundo. Lamentablemente, por lo visto en las encuestas, estamos a años luz de serlos.
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