Ocho empresas de capital japonés han decidido suspender de manera indefinida sus operaciones en Camboya debido a los enfrentamientos militares que mantienen en vilo a la región limítrofe con Tailandia.
Según el informe oficial de la Organización Japonesa de Comercio Exterior (JETRO), las compañías afectadas, principalmente fabricantes de componentes automotrices, cuentan con plantas de producción estratégicas en la zona del conflicto. La decisión de detener la maquinaria responde a la necesidad de salvaguardar la integridad de los trabajadores ante el fuego cruzado.
EVACUACIÓN DEL PERSONAL
La prioridad absoluta de las firmas niponas ha sido el traslado seguro de sus empleados. Los residentes y ejecutivos japoneses destinados en las plantas fronterizas han sido evacuados hacia Phnom Penh, la capital de Camboya, donde permanecen a la espera de que las condiciones de seguridad permitan el retorno a sus labores.
El recrudecimiento de la violencia, que se intensificó nuevamente desde el pasado 7 de este mes, ha dejado un saldo devastador. Hasta la fecha, se contabilizan cerca de 50 víctimas mortales entre ambos bandos, incluyendo civiles inocentes que han quedado atrapados en medio del despliegue militar de ambas naciones.
ACUSACIONES DE BOMBARDEOS
La tensión alcanzó un punto crítico este día 15, cuando el gobierno de Camboya denunció ataques aéreos por parte del ejército tailandés en la provincia de Siem Reap. Según el comunicado oficial, las bombas cayeron cerca de campamentos de refugiados ubicados a decenas de kilómetros de la línea fronteriza, agravando la situación de los desplazados.
Por su parte, el mando militar de Tailandia ha negado ataques contra la población civil, sosteniendo que sus objetivos se limitan estrictamente a posiciones militares camboyanas. Sin embargo, la disparidad de versiones y la persistencia de las hostilidades impiden vislumbrar una resolución diplomática a corto plazo.
La paralización de estas ocho fábricas no solo afecta la economía local, sino que amenaza la estabilidad de la cadena de suministros automotriz en Asia. Las empresas japonesas juegan un rol fundamental en la conectividad comercial de la zona, y el cierre de sus bases de producción genera una incertidumbre logística que afecta a otros mercados dependientes. (RI/AG/IP/)
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