Japón ha dado un paso decisivo para aliviar la carga económica de sus ciudadanos al elevar el límite a partir del cual se paga el impuesto sobre la renta de los 1,03 millones a los 1,78 millones de yenes. Esta medida, conocida popularmente como la eliminación del «muro de los ingresos», busca inyectar vitalidad al consumo doméstico y permitir que una base más amplia de trabajadores disfrute de los beneficios de una reducción fiscal significativa.
De acuerdo con las estimaciones detalladas por el instituto de investigación Daiwa Soken, el impacto positivo se sentirá con mayor intensidad en los hogares de ingresos medios. Aquellas personas que perciben salarios anuales situados entre los 4.75 y los 6.65 millones de yenes experimentarán las mayores deducciones debido al incremento sustancial en la exención básica, permitiendo un respiro financiero necesario en tiempos de incertidumbre económica.
Para una persona soltera o un miembro de un hogar con doble ingreso sin hijos o con hijos en edad escolar básica, percibir un salario de 6 millones de yenes se traducirá en un ahorro de 37.000 yenes anuales en comparación con el sistema actual. Por su parte, quienes ganan 5 millones de yenes verán una reducción de 28.000 yenes, consolidando un beneficio real y tangible para el estrato social que sostiene la economía del país.
| Ingreso Anual (¥) | Monto de la Reducción Fiscal (¥) |
| 2.000.000 | 10.000 |
| 3.000.000 | 8.000 |
| 5.000.000 | 28.000 |
| 6.000.000 | 37.000 |
| 8.000.000 | 8.000 |
| 10.000.000 | 8.000 |
Incluso en los extremos de la escala salarial, la reforma ofrece incentivos. Los trabajadores con ingresos de 2 millones de yenes anuales recibirán una reducción de 10,000 yenes gracias al aumento simultáneo en la deducción por ingresos del trabajo. Mientras tanto, quienes perciben salarios de 3, 8 o 10 millones de yenes también verán una disminución de 8.000 yenes en sus obligaciones tributarias, asegurando que el beneficio sea transversal a la sociedad.
Más allá del ahorro individual, el gobierno japonés espera que esta reforma solucione el problema crítico de la escasez de mano de obra en sectores como el comercio minorista y la restauración. Históricamente, muchos empleados a tiempo parcial limitaban sus horas de trabajo para evitar superar el «muro fiscal» y perder sus beneficios o enfrentar nuevos impuestos. Con el nuevo límite de 1,78 millones de yenes, se abre la puerta para que miles de personas trabajen con mayor libertad y sin el temor de ver penalizado su esfuerzo. (RI/AG/IP/)
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