El Gobierno Metropolitano de Tokio ha dado un paso hacia la posible introducción del cobro por la basura doméstica en los 23 distritos de la capital. La medida se enmarca en el escenario denominado “refuerzo de la reducción de residuos”, incluido en el documento provisional publicado en octubre, que establece la estrategia de gestión de residuos para el período 2026-2030 y proyecta objetivos hasta 2035 y 2050.
El plan busca incentivar cambios de conducta tanto en los residentes como en las empresas, explorando mecanismos como el cobro por residuos domésticos para fomentar la reducción y el reciclaje. Según el documento, en municipios donde ya se aplica el sistema se han registrado reducciones concretas de basura, lo que refuerza la necesidad de considerar su extensión a los 23 distritos y áreas insulares aún sin implementar la medida.
Una de las razones clave para impulsar la reducción de residuos es la limitada capacidad de los vertederos en Tokio. Se estima que los rellenos sanitarios podrían alcanzar su límite en 50 a 60 años. El Shin-kaimen shobunjo, considerado el último gran vertedero en la bahía de Tokio, ya ha iniciado su relleno y se prevé que se complete en ese plazo.
Las proyecciones de residuos generales apuntan a 4,17 millones de toneladas en 2030 y 4,18 millones en 2035. Con la introducción del cobro por basura doméstica, estas cifras podrían reducirse a 3,68 y 3,58 millones de toneladas, respectivamente, prolongando la vida útil de los vertederos, un factor crítico en una ciudad donde ya no existen espacios para nuevas instalaciones.
ESTRATEGIA DE LAS “TRES R”
Desde la Oficina de Medio Ambiente de Tokio, el responsable de coordinación de vertederos, Akihiro Ebukuro, destacó la necesidad de impulsar la reducción y el reciclaje. Subrayó la importancia de las “tres R”: Reduce (reducir), Reuse (reutilizar) y Recycle (reciclar), como pilares para minimizar la presión sobre los vertederos y fomentar el uso responsable de recursos.
TAMA Y KODAIRA
En la región de Tama, donde la generación de residuos per cápita y la tasa de reciclaje están entre las más altas del país, la mayoría de los municipios ya han aplicado el cobro por basura doméstica. La medida ha demostrado efectos positivos en la reducción y clasificación de residuos.
El caso de Kodaira-shi es ilustrativo: hasta 2018, los plásticos de envases y embalajes se recogían como residuos comunes, pero desde 2019, con la introducción del cobro y la coordinación con Higashiyamato-shi y Musashimurayama-shi, todos los plásticos se recogen como recursos reciclables. El precio de las bolsas para plásticos se fijó por debajo del de los residuos combustibles, generando incentivos para la correcta separación. Como resultado, la basura total se redujo aproximadamente un 19%, mientras que el reciclaje de plásticos se multiplicó por 2,3.
El debate sobre la extensión del cobro por basura doméstica en los 23 distritos especiales apenas comienza, con diversas posturas entre las administraciones locales. La propuesta de Tokio marca un punto de partida para una discusión que impactará en la gestión de residuos y en el futuro ambiental de la capital. (International Press)
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