El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil anunció hoy que la condena impuesta al expresidente Jair Bolsonaro (70) por delitos que incluyen la planificación de un golpe de Estado ha quedado firme. La sentencia de 27 años y 3 meses de prisión fue confirmada y se ordenó la reclusión inmediata del exmandatario en una instalación de la Policía Federal en Brasília.
La sentencia se hizo definitiva al cumplirse el plazo del 24 de noviembre sin que la defensa de Bolsonaro presentara un recurso de última instancia. Aunque la condena se dictó en septiembre y una apelación fue rechazada el 7 de noviembre, el expresidente había estado bajo arresto domiciliario con vigilancia electrónica.
La prisión inmediata de Bolsonaro se precipitó días antes. El 22 de noviembre, la policía federal lo detuvo bajo custodia al constatar que el expresidente intentó destruir el dispositivo electrónico que vigilaba sus movimientos en el tobillo. Esta acción generó una alarma por el riesgo de fuga inminente del país.
Los cargos contra Bolsonaro se remontan a su derrota en las elecciones de 2022 ante el actual presidente Lula. En enero de 2023, cerca de 4.000 de sus partidarios asaltaron el Palacio Presidencial, el Congreso Federal y el STF. El expresidente fue acusado formalmente en febrero de este año por planear un golpe de Estado tras bambalinas, que incluía el asesinato de Lula, con el fin de retener el poder.
REACCIÓN INTERNACIONAL Y POLÍTICA
La condena y detención de Bolsonaro han generado reacciones políticas a nivel internacional. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, un aliado cercano, calificó la detención como «lamentable» ante la prensa el 22 de noviembre.
Trump ha insistido en que el juicio contra Bolsonaro es una «caza de brujas» y una persecución política, un argumento que también ha utilizado para justificar la imposición de un arancel del 50% por parte de Estados Unidos a las importaciones brasileñas. (RI/AG/IP/)
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