Un día después de conquistar el campeonato de noviembre en Fukuoka, el sekiwake Aonishiki (21) compareció ante la prensa. El luchador (rikishi) de origen ucraniano hizo historia al convertirse en el primer campeón de su país en una gran competencia, un logro que lo sitúa al borde del ascenso a Ozeki.
«La victoria por fin se está volviendo real. Estoy muy feliz de haber podido informar a mi Oyakata (maestro) y a los demás sobre el campeonato», expresó el joven luchador, cuyo nombre de nacimiento es Danylo Yabuhusishin.
El logro no solo significa su primer gran campeonato, sino que también garantiza su ascenso al rango de Ozeki (Campeón), el segundo más alto del sumo después de Yokozuna. Sin embargo, Aonishiki mantuvo la cautela sobre el inminente ascenso: «Tengo la sensación de que es un rango para personas increíbles. Quiero seguir siendo fiel a mí mismo», declaró con humildad.
LA EMOCIÓN DE LA FAMILIA
Al ser consultado sobre las reacciones a su victoria, Aonishiki relató la emoción que su triunfo desató: «Recibí muchos mensajes desde Ucrania y otros lugares. Cuando llamé a mis padres para decirles ‘gracias a ustedes’, mi madre simplemente lloró. No pudo decir ni una palabra».
Al preguntarle por el factor que le permitió superar al ozeki Hoshoryu en el combate de desempate por el campeonato, Aonishiki citó una derrota previa en el Nagoya Basho de julio ante el Kotosshoho. El luchador explicó que de aquel combate aprendió la importancia de mantener la calma y concentrarse únicamente en el rival que tiene delante. Sobre su buen momento, el luchador afirmó: «Pienso que las barreras las crea uno mismo, y lo que busco es precisamente no ser consciente de ellas».
EL ASCENSO MÁS RÁPIDO DE LA ERA MODERNA
El ascenso formal de Aonishiki al rango de Ozeki se espera que sea aprobado este 26 de noviembre, tras la reunión del Comité de Formación de Rangos y la Junta Directiva provisional.
Si se confirma, el ucraniano se convertirá en el luchador en ascender a Ozeki en el menor tiempo, sólo 14 torneos desde su debut en el sumo profesional, excluyendo a los que inician con un rango especial, un récord para la era de seis torneos por año establecida en 1958.
El luchador atribuyó su rápido éxito al entorno de su establo, agradeciendo a su maestro, el oyakata Anjigawa, por el constante apoyo: «Poder consultar muchas cosas con mi Oyakata es lo más importante».
A pesar del ascenso casi asegurado, el luchador ya tiene la mira puesta en el máximo rango: «Creo que todavía tengo margen de mejora. No podré ascender al rango más alto si no me hago dos o tres veces más fuerte en todos los aspectos». (RI/AG/IP/)
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