El parlamento japonés fue escenario este jueves de un intenso debate donde la primera ministra Sanae Takaichi enfrentó cuestionamientos de la oposición. Las preguntas se centraron en la continuidad de políticos envueltos en escándalos de financiación, la política de inmigración y la controvertida propuesta de la Primera Ministra sobre la flexibilización de las regulaciones laborales.
El ex socio de coalición del Partido Liberal Democrático (PLD), el Partido Komeito, comenzó la jornada presionando a Takaichi sobre el escándalo de los fondos no declarados (uragane jiken).
El diputado Makoto Nishida, recordó el compromiso previo de Takaichi: «Recuerdo que la Primera Ministra dijo que no incluiría a diputados con fondos no declarados en el Gabinete, pero varios viceministros y secretarios parlamentarios con historiales de no declaración han sido nombrados. ¿Cuál es su criterio de juicio?».
Takaichi reiteró sus disculpas por el escándalo, pero defendió su decisión de mantener a los políticos cuestionados: «En cuanto a los ejecutivos del partido, viceministros y secretarios parlamentarios, llevé a cabo nombramientos de manera adecuada bajo la filosofía de participación total y movilización de todas las generaciones. Los diputados que tuvieron no-declaraciones han cumplido con su responsabilidad de rendición de cuentas», afirmó Takaichi.

SANSEITO: LA DEPENDENCIA DE LOS EXTRANJEROS ¿ES ABSURDA?
Por primera vez, el representante del Partido Sanseito, Sohei Kamiya, participó en la sesión de preguntas, llevando su plataforma «Japoneses Primero» al debate nacional. Kamiya inició su intervención con una crítica contundente a la dependencia económica del país.
«La situación es que los japoneses se están empobreciendo y la economía no gira si no traemos extranjeros. ¡Es absurdo (anpontan)!», exclamó el representante.
Kamiya planteó directamente la política de inmigración: «En cuanto a la política de extranjeros, ahora mismo, lo que el pueblo siente que debe reducirse no es el número de escaños parlamentarios, sino el número de aceptaciones de extranjeros. ¿Continuará la aceptación de extranjeros o la operará de manera restrictiva? Por favor, déjenos saber la opinión de la Primera Ministra», exigió Kamiya.
Takaichi respondió que, si bien es un hecho que existen sectores que necesitan trabajadores extranjeros debido a la escasez de mano de obra causada por la disminución de la población, el gobierno mantendrá un control. «Tenemos la intención de operar adecuadamente, estableciendo límites máximos de aceptación para cada sistema», explicó Takaichi.
NO SE EXCLUYE LA REDUCCIÓN DEL IMPUESTO AL CONSUMO
En el tema económico, Kamiya interrogó a Takaichi sobre el Impuesto al Consumo, que considera el mayor obstáculo para la economía japonesa. «El impuesto al consumo es considerado lo que más detiene el flujo sanguíneo de la economía japonesa. ¿Por qué no consideran la abolición o reducción del impuesto al consumo?», preguntó el líder de Sanseito.
Takaichi ofreció una apertura cautelosa en su respuesta: «La reducción del tipo del Impuesto al Consumo está incluida en la discusión del acuerdo de la coalición, aunque se limita a la tasa impositiva del impuesto al consumo sobre los alimentos durante dos años. Por lo tanto, no es algo que hayamos excluido como opción», dijo Takaichi.
No obstante, la Primera Ministra dejó entrever que la materialización de tal medida requeriría tiempo.

CRÍTICAS A LA REFORMA LABORAL EXTREMA
La legisladora del Partido Democrático Constitucional de Japón (Rikken Minshuto), Ayaka Shiomura, centró su interpelación en la polémica «reforma del estilo de trabajo» propuesta por Takaichi. La postura de la Primera Ministra, resumida en su famosa frase de octubre, «Voy a trabajar, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar», fue nominada como una de las palabras de moda del año.
La indicación de Takaichi al Ministro de Salud, Trabajo y Bienestar Social para que estudie la relajación de la regulación del tiempo de trabajo, bajo la premisa de la «elección» y el «mantenimiento de la salud» del trabajador, fue fuertemente criticada.
La diputada Shiomura exigió una rectificación: «El límite de horas extraordinarias basado en la Ley de Normas Laborales es una regulación para proteger vidas. ¿Retirará la instrucción al Ministro de Salud, Trabajo y Bienestar Social?», preguntó Shiomura.
Takaichi defendió su postura, aunque se mostró comprensiva con los riesgos: «Yo misma no apruebo las horas extra que conducen a la muerte por exceso de trabajo. Sin embargo, también me preocupa que las personas puedan comprometer su salud al hacer trabajos secundarios inusuales para ganar dinero para los gastos de manutención, debido a la reducción de sus salarios por horas extra. No retiraré la instrucción», sentenció la Primera Ministra.
Se espera que el debate se intensifique, ya que el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes comenzará sus sesiones hoy viernes, marcando el inicio del primer debate formal y a gran escala de Takaichi con la oposición. (RI/AG/IP/)
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