
La conducción negligente y peligrosa de las motonetas eléctricas con pedales, conocidas como mopeds o ciclomotores eléctricos, se ha disparado en Japón. La Agencia Nacional de Policía (Keisatsucho) ha revelado que en 2024, la policía a nivel nacional registró 2.538 infracciones de tránsito relacionadas con estos vehículos, lo que representa un aumento aproximado de 26 veces en solo dos años.
Aunque el moped a menudo se asemeja a una bicicleta de asistencia eléctrica por sus pedales, su característica definitoria es que puede ser propulsado por un motor sin necesidad de pedalear. Bajo la Ley de Tráfico Vial (Dōro Kōtsū Hō), los modelos que superan los 20 kilómetros por hora de velocidad máxima se clasifican de manera similar a las motocicletas pequeñas (gen-tsuki baiku) o motocicletas.
OBLIGACIONES PARA CONDUCIR UN MOPED
Esta clasificación implica obligaciones estrictas para los conductores: se requiere una licencia de conducir, la circulación por las aceras está prohibida, y es obligatorio el uso de casco. Sin embargo, el desconocimiento o la desobediencia de estas reglas por parte de los usuarios han provocado un flujo constante de conductas peligrosas.
Según datos de la Agencia Nacional de Policía, las detenciones por infracciones se dispararon, pasando de 96 casos en 2022 a 345 en 2023, para finalmente alcanzar los 2.538 casos en 2024. Este crecimiento masivo se atribuye tanto a la creciente popularidad de los vehículos como a la intensificación de las medidas policiales. La tendencia se mantuvo fuerte en 2025, con 943 casos registrados hasta finales de mayo como cifra preliminar.
Las principales infracciones detectadas en 2024 reflejan la falta de cumplimiento de las normas básicas. Los casos más comunes fueron: no portar la placa de matrícula (778 casos), conducción sin licencia (526 casos) y no usar casco (505 casos).
GRAVES ACCIDENTES Y FUGAS
El uso indebido de los mopeds ha tenido consecuencias trágicas, registrándose 152 accidentes con heridos o víctimas mortales entre 2022 y 2024.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en abril de este año en Minami, Osaka, cuando un estudiante universitario fue atropellado y herido por un moped en la acera. El conductor, un hombre de unos cuarenta años, fue posteriormente arrestado por presunta violación de la Ley de Castigo por Conducción de Vehículos (Jidōsha Unten Shobatsu Hō) por conducción negligente con resultado de lesiones. Se comprobó que el hombre conducía sin licencia, bajo los efectos del alcohol, y su vehículo no tenía placa de matrícula ni portaba casco.
A este caso se sumó otro incidente en mayo, cuando la Policía Metropolitana de Tokio detuvo a un oficinista de cuarenta años bajo sospecha de conducción peligrosa con resultado de lesiones graves, luego de que causara un accidente al ignorar un semáforo rojo mientras conducía un moped. La escalada en la gravedad y frecuencia de las infracciones subraya la necesidad de una rápida y contundente campaña de educación y aplicación de la ley para frenar este fenómeno en las vías públicas. (RI/AG/IP/)
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