
La fiscalía ha solicitado la pena de muerte para Hideaki Nozu, un hombre de 28 años, desempleado, de la ciudad de Takarazuka, Hyogo, acusado de asesinar a tres miembros de su familia y de intentar quitarle la vida a un cuarto, utilizando una ballesta en su residencia en 2020. El principal argumento de la fiscalía se centra en que el acusado poseía plena capacidad de responsabilidad penal.
Según la acusación, Nozu mató a su abuela, a su hermano y a su madre, e intentó asesinar a su tía. Durante el juicio, el acusado ha admitido los cargos. No obstante, la defensa alega que Nozu se encontraba en un estado de «capacidad mental disminuida debido a una enfermedad psicológica».
En la audiencia de hoy, la fiscalía defendió su postura, argumentando que «el incidente fue planeado y llevado a cabo sobre la base de un juicio racional, lo que indica plena capacidad de responsabilidad penal. La gravedad del caso es extremadamente alta dado que intentó matar a cuatro personas y lo hizo con tres». Por estas razones, se solicitó la pena capital.
DISPUTA POR EL ESTADO MENTAL DEL ACUSADO
El estado mental del acusado en el momento de los hechos ha sido un punto central de controversia en el juicio. En una audiencia anterior, el 7 de octubre, un médico que realizó una evaluación psiquiátrica post-acusación testificó que las características del acusado, relacionadas con un trastorno del espectro autista que lo hacía propenso a pensamientos extremos, pudieron haber influido en la formación de los motivos. Sin embargo, cuando los miembros del jurado le preguntaron si estas características influyeron en la ejecución del crimen, el médico respondió que «no creía que estuvieran muy relacionadas» y que «la voluntad del propio individuo fue significativa».
HABLÓ LA TÍA QUE SOBREVIVIÓ
Previo a la solicitud de la pena de muerte de hoy, la tía del acusado, quien sufrió heridas graves tras ser atacada con la ballesta, se dirigió a la corte para hacer una declaración de impacto de la víctima. Aunque se sentó detrás de un biombo que impedía su visibilidad, su voz se quebró por el llanto al expresar:
«Me arrebataste a tres miembros de mi familia. Mi vida también ha sido forzada a cambiar drásticamente. Fui obligada a ser una víctima y una deudo, y me convertí en un miembro de la familia del perpetrador. Después del incidente, me culpé sin parar. No podía dormir noche tras noche». Y añadió con dolor: «Tu acción jamás podrá ser perdonada. Hiciste algo demasiado grande e irreparable. Espero que te arrepientas, sufras hasta el momento de tu muerte y continúes pidiendo perdón a los tres».
Mientras su tía pronunciaba su declaración, el acusado permaneció sentado, con la mirada baja. El juicio continúa. (RI/AG/IP/)
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