El Gobierno de Israel se prepara para aprobar formalmente la «Fase 1» del plan de paz propuesto por la Administración de Estados Unidos para la Franja de Gaza. Tras una reunión de Gabinete celebrada hoy, se espera la luz verde oficial al acuerdo. Según la agencia de noticias Reuters, un alto el fuego entraría en vigor dentro de las 24 horas siguientes a la aprobación formal.
Sin embargo, el anuncio más directo provino del presidente de EEUU, Donald Trump, quien elevó la intensidad del momento al declarar que los rehenes en manos del grupo islámico Hamás serán liberados «el 13 o 14 de octubre».
El optimismo del acuerdo viene acompañado de movimientos concretos sobre el terreno. Medios israelíes informan que, incluso antes de la aprobación formal, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han comenzado la retirada de las unidades de suministro de la ciudad de Gaza, el principal centro urbano del norte del enclave. Además, se espera que miles de reservistas sean liberados de sus tareas militares la próxima semana, una señal de desescalada.
En Washington, el presidente Trump destacó la condicionalidad del acuerdo. Durante una reunión en la Casa Blanca, el mandatario insistió en que la liberación de los rehenes es la «premisa» para el cumplimiento del pacto y urgió a Hamás a ejecutarla de manera efectiva. Trump también anunció que planea viajar a Egipto para asistir a la ceremonia de la firma del acuerdo, destacando el papel de mediación de Estados Unidos.
Por su parte, el jefe negociador de Hamás, Haniya, afirmó que ya se ha llegado a un acuerdo que incluye un alto el fuego en Gaza, la liberación de los rehenes israelíes y la liberación de prisioneros palestinos. Haniya sostuvo que su organización ha recibido garantías de EEUU y otras partes de que los combates cesarán por completo.
La urgencia del acuerdo se ve reflejada en el trágico balance de los secuestrados. Se cree que un total de 48 personas siguen retenidas por Hamás. No obstante, la situación humanitaria es crítica: se estima que de ese total, solo unos 20 rehenes aún están vivos. La inminente liberación de rehenes, aunque parcial, representa el punto más emotivo del acuerdo y el objetivo primordial para las familias y la comunidad internacional. (RI/AG/IP/)
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