
La elección para la presidencia del Partido Liberal Democrático (PLD), que definirá al próximo Primer Ministro de Japón, ha sido calificada como una «farsa» por algunos observadores, luego de que dos de los candidatos principales,
y Shinjiro Koizumi, se vieran envueltos en polémicas que pusieron en duda su credibilidad y su capacidad de liderazgo.
La candidata Takaichi generó una gran controversia, apodada el «shock del ciervo» (Shika Shokku), al inicio de la campaña. En su discurso inaugural, Takaichi afirmó que algunos turistas extranjeros en Nara estaban «pateando y golpeando a los ciervos» para asustarlos, buscando justificar una política de inmigración más estricta.
Sin embargo, las investigaciones periodísticas posteriores contradijeron sus afirmaciones:
– Sin verificación: Funcionarios de la prefectura de Nara indicaron al Tōkyō Shinbun que no se ha podido identificar si las personas de videos de difusión limitada eran extranjeras.
– Falta de incidentes: La oficina a cargo del Parque Nara negó que los actos de violencia contra los ciervos fueran frecuentes o que se hubieran recibido denuncias habituales de agresiones.
El Yomiuri Shimbun reportó la confusión incluso dentro de la propia oficina de campaña de Takaichi. Aunque la candidata insistió en un debate posterior que ella había verificado la información «a su manera», no ofreció detalles sobre cómo lo hizo.
La candidata generó una segunda polémica al afirmar, respecto a extranjeros que cometen delitos, que «a menudo escucha que la policía no consigue intérpretes a tiempo, por lo que se ven obligados a no procesarlos». Expertos legales y fiscales de alto nivel desmintieron categóricamente esta afirmación, señalando que nunca han oído hablar de casos donde la falta de un intérprete impida el procesamiento.
Se especula que estos comentarios, de tono xenófobo y en la línea del pensamiento «Japoneses Primero», buscan atraer a los votantes del PLD que desertaron hacia el Partido Sanseito en las elecciones de julio pasado.
KOIZUMI Y EL «MARKETING OCULTO»
El otro contendiente, Shinjiro Koizumi, quien supuestamente optó por una estrategia más cautelosa en esta elección, también se vio envuelto en un escándalo.
La revista Shukan Bunshun reveló que la campaña de Koizumi envió correos electrónicos a sus partidarios solicitando la publicación de comentarios positivos y de apoyo al candidato en la plataforma de videos Niconico Doga. Este intento de inflar artificialmente la opinión pública ha sido calificado propaganda encubierta» (Sutema Yosei) y generó una fuerte reacción en redes sociales.
La oficina de Karen Makishima, exministra digital y líder del equipo de relaciones públicas de Koizumi, admitió haber enviado el correo. Entre los ejemplos de comentarios sugeridos se encontraba la frase: «No pierdas ante el pseudo-conservador de negocios», en aparente alusión a Takaichi Sanae.
El incidente recordó al escándalo de «Dappi», una cuenta anónima de Twitter que difamaba a políticos de la oposición, en el que se rumoreaba la participación de miembros del PLD.
Ambos incidentes son preocupantes porque revelan a dos de los principales aspirantes a líderes del país con problemas de credibilidad y transparencia en sus «palabras», el elemento vital de un político. Los analistas concluyen que este tipo de «farsa» es precisamente la razón por la que la elección del PLD debe ser examinada con lupa antes de que se produzca una posible disolución del partido. (RI/AG/IP/)
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