La difícil convivencia con vietnamitas en el Otoko-yama Danchi en Kioto

Espacio vietnamita en Otoko-yama Danchi en Yawata, Kioto. (Imagen Municipalidad de Yawata)

En el corazón de Yawata, en la prefectura de Kioto, se encuentra el Otoko-yama Danchi (Otoko-yama Danchi), un colosal complejo residencial de 147 edificios gestionado por la UR (Agencia de Renovación Urbana). Este danchi (conjunto habitacional) se ha convertido en el hogar de una creciente población vietnamita, cuyo número se ha disparado 17 veces en los últimos años, pasando de 63 en 2016 a 1.088 en 2023. La gran mayoría de ellos trabaja en fábricas de manufactura y procesamiento de alimentos cercanas.

Esta afluencia masiva, aunque ha revivido el complejo, ha generado una serie de conflictos culturales y de convivencia que ponen a prueba los límites de la integración.


CONFLICTOS POR LA BASURA Y EL RUIDO

La cercanía de la vida en el danchi, donde los apartamentos están separados solo por una pared, intensificó los problemas que surgieron hace unos cinco años con el aumento de residentes vietnamitas.

Uno de los principales detonantes ha sido el manejo de la basura. Una residente japonesa de 76 años relató haber visto a extranjeros arrojando restos de comida y bandejas de alimentos desde los balcones. Los problemas también se extienden al ruido, con quejas por grupos que se reunían en los parques por la noche para beber y hablar en voz alta. Algunos vecinos japoneses se fueron del danchi porque se hartaron.


Un cartel de advertencia, escrito en vietnamita y japonés, resume el problema: «Por favor, no tire basura desde el balcón».

Este tipo de señalamientos, aunque necesarios, generó reacciones mixtas. Una residente vietnamita de 32 años expresó su tristeza al diario Yomiuri: «Tirar basura por la ventana es inaceptable incluso en Vietnam. Me entristece que se piense que todos somos así». Por otro lado, un hombre vietnamita de 35 años lo tomó con más calma, señalando que el aviso no mencionaba específicamente a los vietnamitas y recordó que, al poco de llegar a Japón, a él mismo le advirtieron por hablar «muy alto», lo que le enseñó a ser más cuidadoso.

Además de la basura y el ruido, la intensidad de las quejas japonesas llevó a que, hace dos años, se prohibieran los juegos de pelota (voleibol y bádminton) en los parques, una medida que fue criticada por algunos japoneses como «excesiva» y «desconsiderada» para quienes no causaban molestias, pero que sigue vigente.


 

Otoko-yama Danchi en Yawata, Kioto.

RESURGIMIENTO DEL DANCHI Y LA AYUDA MUTUA


Paradójicamente, la llegada de los nuevos residentes extranjeros ha insuflado nueva vida al complejo. Construido en los años 70, el danchi, que cuenta con más de 4,500 unidades, había visto caer su tasa de ocupación temporalmente al 80% debido al envejecimiento de la población. Con la llegada de los extranjeros, la ocupación se ha recuperado a más del 90%.

La integración, aunque lenta, ocurre a nivel personal. Yoko Fujii (79), presidenta de una de las tres asociaciones de vecinos, intercambia comida y conversaciones sencillas con su joven vecina vietnamita a través del balcón, manteniendo un «vecindario normal». Otra residente japonesa de 84 años se ofreció a leer una postal del ayuntamiento en japonés para una vecina vietnamita y, como agradecimiento, recibió un plato de carne con especias. Si bien agradeció el gesto, confesó no haberlo comido por no saber de qué se trataba.

FIESTA DE VERANO: UN PASO HACIA LA CONVIVENCIA

El 23 de agosto, el festival de verano anual (Natsumatsuri) del danchi se celebró con puestos de comida y el tradicional Kawachi Ondo (música folklórica). Aunque los extranjeros asistieron en gran número, la interacción con los japoneses era limitada, agrupándose por nacionalidades.

En ese ambiente, algunos residentes japoneses tomaron la iniciativa invitando a un grupo de vietnamitas a sumarse al baile del Bon Odori (danza Obon). Copiaron los movimientos y comenzaron a sonreír. Aunque el intercambio fue sin palabras, fue un momento genuino de «convivencia» (kyosei).

EL FUTURO DE LOS DANCHI 

Este fenómeno no es exclusivo de Otoko-yama. Según el censo de 2020, aproximadamente 84.000 hogares extranjeros residen en complejos públicos o de la UR. Según sociólogos de la Universidad de Yokohama, los extranjeros eligen estos complejos habitacionales debido a la dificultad para encontrar avalistas o por la discriminación en el mercado de alquiler privado.

Se argumenta que los danchi son lugares ideales para la convivencia si la administración (la UR, el gobierno local y las asociaciones de vecinos) funciona correctamente. No obstante, se advierte que la privatización de la gestión en algunos danchi públicos está dificultando la cooperación. (RI/AG/IP/)


Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Suscríbete a International Press GRATIS

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a International Press y recibe nuestras noticias primero.

ANIME/MANGA

『PR』PATROCINADOS


Descarga el App de Súper Tokio Radio


AUTOMÓVIL