
El brasileño Caio Bonfim, flamante campeón de los 20 kilómetros marcha en el Mundial de Atletismo de Tokio, vivió una historia que fue mucho más allá del oro. Durante la carrera del 20 de septiembre, a la altura del kilómetro 3, se dio cuenta de que había perdido su anillo de matrimonio. Un símbolo invaluable que lo acompañaba en cada competencia desapareció en plena marcha.
Lejos de derrumbarse, Bonfim lo transformó en impulso. “Si gano, mi esposa no podrá enojarse”, declaró con humor tras su victoria, revelando que la búsqueda de la medalla y la fe en recuperar el anillo fueron la doble energía que lo llevaron a imponerse en los últimos metros.
El 21 por la tarde llegó el milagro. Una persona que había encontrado el anillo en el recorrido lo entregó a la organización y finalmente llegó al hotel de la delegación brasileña, apenas dos horas antes de su vuelo de regreso. Envuelto delicadamente en papel de origami, el anillo fue colocado en sus manos por un miembro del staff japonés.
Con emoción desbordada, Bonfim lo reconoció enseguida, gritó “¡Yeah!”, lo colocó de inmediato en el dedo anular izquierdo y le dio un beso. Entre lágrimas y sonrisas, pronunció una palabra sencilla que lo decía todo: “Arigatou”.
El atleta, que había pedido ayuda pública tras la competencia, se mostró conmovido por la solidaridad de los fanáticos y voluntarios que difundieron la noticia en redes sociales y colaboraron en la búsqueda. “Confié en la gente de Japón y mi fe se cumplió”, dijo antes de partir rumbo a Brasil con dos tesoros: la medalla de oro y el símbolo de su unión matrimonial. (RI/AG/IP/)
Acharam! A barra do Caio Bonfim com a esposa está limpa. Depois de perder a aliança durante a prova dos 20 km da marcha atlética em Tóquio, o campeão mundial recuperou o precioso objeto neste domingo, pouco antes de voltar ao Brasil. pic.twitter.com/erz6cMC4YY
— ge (@geglobo) September 21, 2025
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