La policía de Hokkaido investiga si la muerte de un excursionista ocurrida el 14 de agosto en la zona del monte Rausudake, en la península de Shiretoko, podría estar relacionada con un episodio sospechoso de alimentación ilegal de osos registrado el 29 de julio en el distrito de Iwaobetsu, al este de la misma área.
En esa zona se habían producido observaciones recurrentes, desde mayo de 2025, de un oso pardo que aparecía con frecuencia en los alrededores de Iwaobetsu. Por ahora no se ha establecido un vínculo directo entre ese ejemplar o el incidente de alimentación y el animal que atacó al excursionista, pero las autoridades mantienen abiertas las investigaciones para esclarecer la posible relación.
El caso ha encendido las alarmas sobre un problema que especialistas conocen bien: la alimentación intencional o accidental de osos pardos por parte de humanos altera de manera grave su comportamiento natural. Según expertos en fauna silvestre de Hokkaidō, los osos que obtienen comida humana aprenden rápidamente a asociar a las personas con una fuente de alimento fácil, lo que incrementa el riesgo de encuentros peligrosos. Además, pierden su instinto de evitar a los humanos y tienden a aproximarse a viviendas, rutas de senderismo o campamentos en busca de comida.
PROHIBIDO ALIMENTAR OSOS
La península de Shiretoko, Patrimonio Natural de la Humanidad, es uno de los principales hábitats del oso pardo en Japón. Cada verano recibe gran cantidad de turistas y montañistas, lo que aumenta las probabilidades de contacto entre humanos y osos. Autoridades locales recuerdan que la alimentación de osos está prohibida por la legislación de conservación y que quienes incurran en esta práctica ilegal enfrentan sanciones severas.
Organizaciones conservacionistas insisten en que la prevención es crucial: mantener la basura en contenedores seguros, no abandonar restos de comida en la montaña y respetar estrictamente las recomendaciones de los guardaparques. De no hacerlo, la consecuencia puede ser doblemente trágica: riesgo de ataques a personas y, al mismo tiempo, el sacrificio del animal considerado peligroso.
La policía y la Oficina de Medio Ambiente de Shiretoko han reforzado la vigilancia en la zona de Iwaobetsu y exhortan a la población y a los visitantes a reportar cualquier conducta sospechosa de alimentación ilegal de osos, práctica que no solo infringe la ley, sino que pone en peligro tanto la vida humana como la supervivencia de la especie en su hábitat natural.
Recomendaciones prácticas para montañistas y residentes:
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Cero alimentación: nunca dar comida ni “premios”, y cero basura expuesta.
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Gestión del olor: alimentos y residuos en contenedores aprobados o bolsas estancas; cocinar lejos de la tienda.
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Distancia: si ves un oso, no te acerques para fotografiarlo; retrocede con calma dejando vía de escape.
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Alertar presencia: hablar en voz normal en zonas de vegetación densa y curvas ciegas; evita correr.
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Equipamiento: spray de pimienta para osos accesible y saber usarlo.
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Reportar: cualquier avistamiento insistente o conducta anómala a la autoridad local para intervención temprana (disuasión/educación), antes de que el animal se “fije” al recurso humano.
Estas medidas son consistentes con guías de NPS, ADFG, Parks Canada y programas de convivencia con osos. (RI/AG/IP/)
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