
Un equipo de investigación de la Universidad de Ehime ha dado a conocer que una mayor ingesta de calcio durante el embarazo podría disminuir de forma significativa el riesgo de que los hijos desarrollen síntomas de depresión en la adolescencia.
Los resultados, publicados en una revista científica internacional, marcan la primera vez que se demuestra una relación directa entre la dieta materna en el periodo de gestación y la salud mental de los descendientes.
La investigación estuvo dirigida por el profesor Yoshihiro Miyake y analizó datos de madres e hijos en siete prefecturas de Kyushu y Okinawa. En total, se estudió a 873 pares madre-hijo que participaron en un seguimiento cuando los niños alcanzaron los 13 años de edad.
La ingesta de calcio de las embarazadas se calculó a partir de cuestionarios sobre la dieta diaria, sin incluir suplementos nutricionales. Posteriormente, el estado psicológico de los adolescentes se evaluó con la escala CES-D, un test que mide la intensidad de síntomas depresivos a través de autoevaluaciones.
Los resultados revelaron una diferencia clara entre los grupos. Entre las madres con menor consumo de calcio, el 28 % de los hijos presentó síntomas depresivos, mientras que en el grupo con mayor ingesta la proporción descendió al 18,7 %. El análisis indicó que el riesgo de depresión se redujo hasta un 42 % en este último grupo.
Los investigadores señalaron que estos hallazgos evidencian cómo la alimentación materna durante el embarazo puede influir no solo en la salud física del niño, sino también en su desarrollo psicológico a largo plazo. (International Press)
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