
En el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Japón celebró este 15 de agosto la Ceremonia Nacional de Conmemoración a los Caídos en el Nippon Budokan, en Tokio. Asistieron Sus Majestades el emperador Naruhito y la emperatriz Masako, además del primer ministro Shigeru Ishiba, para honrar a las cerca de 3,1 millones de víctimas de la guerra (alrededor de 2,3 millones de militares y personal auxiliar y 800.000 civiles). Al mediodía, los presentes guardaron un minuto de silencio.
En su alocución, el Emperador incorporó por primera vez un compromiso explícito con la transmisión de la memoria histórica a las siguientes generaciones: “sigamos transmitiendo las penurias de la guerra y la posguerra” y añadió: “Deseo de corazón que todos, uniendo nuestras voluntades, sigamos anhelando la paz y la felicidad de las personas”.
Naruhito también destacó la continuidad histórica del arrepentimiento: “Recordando los largos años de paz de la posguerra, mirando al pasado y sobre un profundo espíritu de reflexión, anhelamos sinceramente que jamás se repita la tragedia de la guerra”.

ISHIBA: LECCIONES DEL PASADO
El primer ministro Shigeru Ishiba advirtió que la mayoría de los japoneses ya no vivieron la guerra, y afirmó: «Nunca más debemos repetir los horrores de la guerra. Nunca más debemos perder el rumbo. Debemos volver a aferrarnos al remordimiento y a las lecciones aprendidas de aquella guerra». Con la vista puesta en la situación internacional —incluida la invasión rusa de Ucrania—, llamó a rechazar la división, promover la tolerancia y abrir “un futuro mejor” para las generaciones presentes y venideras.
Según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, a la ceremonia asistieron 3.432 deudos (sin contar acompañantes), unos 200 más que el año pasado, pero por debajo de 2019 (4.989). La edad avanzada marca la asistencia: por cuarto año no hubo cónyuges de caídos, y los descendientes nacidos tras la guerra —sobrinos, nietos— representaron casi el 53%, la mayor proporción registrada. El deudo de mayor edad fue un hermano de 98 años; 86 hermanos participaron.
En el exterior, casi la mitad de los caídos siguen sin regresar: alrededor de 1,12 millones de restos no han sido recuperados. El Emperador e Ishiba reiteraron el compromiso de acelerar la recuperación y el retorno de esas osamentas a sus lugares de origen. (RI/AG/IP/)
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