Japón sufre ola de calor extrema con temperaturas cercanas a los 40 grados

Japón atraviesa una peligrosa ola de calor que este domingo 3 de agosto volvió a poner en alerta máxima a las autoridades por el riesgo de golpes de calor. En Nagoya, la temperatura mínima fue de 28.8 grados, la más alta del país durante la mañana, y se espera que el termómetro alcance los 39°C durante la jornada, marcando así el día más caluroso del año en esa ciudad.

Desde tempranas horas, las temperaturas comenzaron a elevarse rápidamente en todo el país. A las 11:30 a.m., se registraron 37.8°C en Kiryu (Gunma) y Mima (Tokushima), 37.3°C en Nanbu (Yamanashi), 37.2°C en Minokamo (Gifu), y 36.7°C en Nagoya. En Tokio, el mercurio marcaba 34.6°C, superando incluso el ritmo de calentamiento del día anterior.

Las previsiones no son alentadoras. Se estima que hoy algunas regiones podrían acercarse a los 40°C, lo que convertiría este día en el quinto consecutivo con temperaturas iguales o superiores a ese umbral, un récord histórico en Japón. Entre las máximas esperadas para este domingo figuran:

• 39°C: Nagoya, Yamaguchi

• 38°C: Maebashi, Kōfu, Gifu, Kioto, Osaka, Nara, Okayama, Takamatsu

• 37°C: Yokote (Akita), Wakamatsu (Fukushima), Kumagaya, entre otros

• 36°C: Yamagata, Utsunomiya, Kobe, Hiroshima

• 35°C: Sendai, Tokio, Kagoshima

La Agencia Meteorológica y expertos advierten que esta ola de calor, sin precedentes en su duración e intensidad, continuará al menos hasta el miércoles 6 de agosto. Ese día, en ciudades como Maebashi se prevé que se alcancen los 41°C, mientras que en Kumagaya podrían llegar a los 40°C. En Tokio, se espera una máxima de 37°C, también la más alta del año hasta el momento.

Frente a esta situación, las autoridades insisten en mantener vigilancia extrema contra el golpe de calor y recomiendan descansos frecuentes, hidratación constante y permanecer en lugares frescos. La población más vulnerable, como niños, personas mayores y trabajadores al aire libre, debe extremar precauciones.

Según los pronósticos, las condiciones comenzarán a cambiar a partir del jueves 7, cuando una línea de inestabilidad y un sistema de baja presión generarán lluvias que contribuirán a moderar las temperaturas. Aun así, muchas regiones seguirán registrando máximas en torno a los 32°C, con elevada humedad, por lo que el riesgo de golpe de calor continuará latente. (RI/AG/IP/)