
El yen japonés se desplomó este jueves 31 de julio y alcanzó momentáneamente la marca de 150 yenes por dólar, su punto más bajo en aproximadamente cuatro meses, desde que en abril el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara medidas arancelarias recíprocas. El debilitamiento de la moneda se atribuye principalmente a la decisión del Banco de Japón (BOJ) de mantener sin cambios su tasa de interés, en contraste con la política monetaria de Estados Unidos, lo que amplió la brecha entre ambas economías.
En el mercado de divisas de Tokio, el yen llegó a cotizarse en 149,38–40 por dólar a las 17:00, cayendo 1 yen con 30 centavos respecto al día anterior. Contra el euro, el yen se mantuvo más estable, situándose en 171,02–06 por euro, apenas 6 centavos más fuerte que el día anterior. Sin embargo, en los mercados internacionales posteriores, la caída del yen se intensificó y volvió a superar los 150.
IMPACTO DE LAS POLÍTICAS MONETARIAS
La reciente decisión de la Reserva Federal (FRB) de Estados Unidos de no reducir su tasa de interés de referencia fue leída por los mercados como una señal de que los tipos de interés en EEUU se mantendrán elevados por más tiempo. Durante la conferencia de prensa posterior a la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el presidente Jerome Powell adoptó una postura cautelosa frente a un recorte de tasas en el corto plazo, fortaleciendo así al dólar.
Por su parte, el Banco de Japón mantuvo su tasa de referencia en 0,5%, marcando la cuarta reunión consecutiva sin cambios. Aunque la institución revisó al alza sus previsiones de inflación, lo que despertó brevemente la esperanza de un posible aumento de tasas, esta expectativa no se consolidó entre los inversores, lo que incentivó nuevas ventas de yenes.
FACTORES DE PRESIÓN Y PERSPECTIVAS
La creciente brecha de tasas entre Japón y EEUU favorece las operaciones de carry trade, donde los inversores venden yenes para adquirir activos denominados en dólares que ofrecen mayores rendimientos. Este fenómeno es una de las principales razones de la presión bajista sobre la moneda japonesa.
Además, la percepción de que el BOJ no actuará de manera inmediata para endurecer su política monetaria reduce la confianza del mercado en una posible recuperación del yen en el corto plazo. Si bien algunos analistas consideran que una inflación más persistente podría empujar al BOJ hacia un aumento de tasas, la institución sigue optando por la cautela, dada la incertidumbre global. (RI/AG/IP/)
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