
Un conflicto armado entre Tailandia y Camboya, ocurrido el 24 de julio de 2025, ha dejado al menos 13 personas muertas (8 civiles y 5 soldados) y más de 70 heridas, según el Ministerio de Defensa camboyano. El episodio fue denunciado como ataque a civiles y fue calificado de “crimen de guerra”.
Las hostilidades se desataron en una zona disputada conocida como el Triángulo Esmeralda, cerca del templo Ta Muen Thom, entre las provincias tailandesas de Surin, Sisaket y Oddar Meanchey en Camboya. Las fuerzas camboyanas lanzaron cohetes y artillería contra territorio tailandés, lo que provocó que Tailandia respondiera con ataques aéreos con F‑16 sobre objetivos militares camboyanos.
ORIGEN DEL CONFLICTO
Las tensiones derivan de un conflicto fronterizo de más de un siglo. La frontera actual se originó en un mapa colonial francés de 1907, cuya validez ha sido disputada por Tailandia. Aunque la Corte Internacional de Justicia otorgó el templo Preah Vihear a Camboya en 1962, quedan territorios sin delimitar, lo que ha permitido que broten incidentes periódicos.
En mayo de 2025, la situación escaló tras un tiroteo que resultó en la muerte de un soldado camboyano. Posteriormente, una mina explotó en el sector tailandés, hiriendo a cinco soldados, lo que provocó represalias mutuas y cierre de pasos fronterizos, cancelación de importaciones y medidas diplomáticas agresivas.
Analistas señalan que esta crisis refleja desconfianza estratégica, narrativas nacionalistas y crisis política interna en Tailandia. Especialmente tras la suspensión de la primera ministra Paetongtarn Shinawatra por un audio filtrado con Hun Sen, lo que exacerbó las tensiones personales entre los clanes políticos.
DESARROLLO DEL ENFRENTAMIENTO
El 28 de mayo, un soldado camboyano murió en un altercado tras disputas por zanjas construidas por tropas en área en disputa, hasta que el viernes 24 de julio tropas de ambos países se enfrentaron con fuego cruzado; Camboya usó lanzacohetes BM‑21 y fuego de artillería, mientras Tailandia respondió con ataques aéreos desde F‑16 y operaciones terrestres.
La violencia ha obligado a la evacuación de al menos 138.000 personas en Tailandia y 23.000 en Camboya, mientras zonas civiles sufren daños graves en viviendas, hospitales y escuelas.

VÍCTIMAS Y DAÑOS CIVILES
El gobierno tailandés informó que 11 civiles (incluidos niños) y un soldado murieron en territorio tailandés tras impactos contra zonas residenciales, una estación de gasolina y una tienda 7‑Eleven en la provincia de Sisaket, causando al menos 14 heridos y un civil muerto. Entre los heridos hubo personas evacuadas desde templos históricos, zonas urbanas y hospitales atacados por proyectiles.
Tailandia impuso la ley marcial en distritos fronterizos de Chantaburi y Trat, mientras cerró puntos de cruce fronterizo y evacuó a más de 138.000 personas.
Naciones Unidas celebró una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y recibió la petición urgente de alto el fuego por parte de Camboya, que también acusó a Tailandia de cometer crímenes de guerra tras ataques a civiles e infraestructura cultural.
Ambas partes han expulsado embajadores y se acusan mutuamente del inicio de las hostilidades. Camboya presentó una queja ante la Corte Internacional de Justicia, mientras Tailandia rechaza la mediación internacional (RI/AG/IP/)
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