
Las autoridades de la ciudad de Ikoma, en la prefectura de Nara, investigan un caso de contaminación fluvial detectado el martes por la tarde, cuando varios residentes alertaron sobre un llamativo cambio de color en las aguas del río Tomio y su afluente, el río Nakamura. Según informaron fuentes municipales, las aguas se habían teñido de un intenso color azul y presentaban una superficie espumosa.
Los primeros avisos llegaron alrededor de las 14.00 horas de ayer, procedentes de habitantes del distrito de Takayama. Equipos del gobierno local acudieron al lugar para inspeccionar el fenómeno. A su llegada, confirmaron que el color del agua había cambiado notablemente en varios tramos de los dos ríos, lo que generó preocupación entre los residentes y las autoridades.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el incidente se originó en una antigua fábrica ubicada en las inmediaciones, la cual había cesado su actividad recientemente. Según informó el personal encargado de la investigación, los responsables del establecimiento declararon que durante los trabajos de limpieza del lugar, vertieron pigmentos directamente al cauce del río.
Actualmente, el municipio de Ikoma está analizando la composición química del pigmento para evaluar el posible impacto ambiental. Asimismo, se están realizando pruebas sobre la calidad del agua para determinar si existe riesgo para la fauna local o para el uso humano y agrícola.
Aunque las autoridades han asegurado que el sistema de agua potable no se ha visto afectado por la contaminación, se ha emitido una advertencia dirigida a los agricultores de las zonas ribereñas aguas abajo. Se les ha instado a evitar el uso del agua del río para riego como medida preventiva hasta que se tengan los resultados completos de los análisis. (International Press)
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