
La Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA, por sus siglas en inglés) informó este jueves que más de 3.500 cuentas de inversión fueron hackeadas entre enero y abril de este año, y utilizadas para realizar operaciones bursátiles fraudulentas. El monto total de estas transacciones supera los 300 mil millones de yenes (aproximadamente 2.000 millones de dólares), y la tendencia sigue en aumento.
Según el reporte oficial, se registraron 3.505 casos de fraude, la mayoría ocurridos en abril. En la anterior evaluación, publicada el 18 de abril, se habían contabilizado 1.454 casos entre febrero y mediados de abril, lo que evidencia un fuerte incremento en las últimas semanas.
El principal método de ataque es el phishing: los usuarios son redirigidos a sitios web falsos que imitan las páginas oficiales de las corredoras. Al ingresar sus credenciales (ID y contraseña), los delincuentes obtienen el acceso y controlan las cuentas para vender o comprar acciones sin autorización.
Del total de operaciones fraudulentas, alrededor de 1.612 millones de yenes fueron en ventas no autorizadas, y 1.437 millones de yenes en compras ilegales. La FSA sigue recopilando información de las casas de valores y ha pedido extremar las medidas de seguridad, tanto a las empresas como a los usuarios. (RI/AG/IP/)
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