
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, rechazó este jueves las acusaciones publicadas por la revista Shukan Bunshun, que lo vinculan con la omisión de más de 30 millones de yenes en la declaración de ingresos por venta de boletos para eventos políticos. Ishiba afirmó que verificó los hechos con su secretario y negó rotundamente cualquier irregularidad: “No hay nada de cierto en el informe. Lo confirmé personalmente con mi equipo”, declaró ante la prensa.
La publicación semanal alegó que el primer ministro habría recibido esa suma de dinero a través de la venta de entradas para fiestas de recaudación de fondos, sin incluirla en sus informes financieros oficiales. Según el reporte, las transacciones habrían involucrado oficinas políticas inexistentes y pagos sin justificación documentada.
El escándalo resucita el debate sobre la transparencia del financiamiento político en Japón. Tras conocerse la noticia, los líderes parlamentarios de los partidos de oposición se reunieron en la Dieta y acordaron solicitar que Ishiba comparezca ante el Comité de Revisión de Ética Política de la Cámara de Representantes para dar explicaciones. “Queremos que asuma su responsabilidad y aclare los hechos”, expresó Hirofumi Ryu, jefe de la bancada del Partido Constitucional Democrático.
La posible convocatoria al comité requiere la solicitud de al menos un tercio de sus miembros y la aprobación por mayoría simple. Desde la oposición ya adelantaron que comenzarán con el proceso formal la próxima semana.
El primer ministro subrayó que no recuerda haber autorizado ni conocido pagos como los mencionados: “Nunca he tenido trato con oficinas o compradores de boletos como los descritos por la revista”, insistió. (RI/AG/IP/)
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