
Un conjunto de documentos recientemente desclasificados como parte de la investigación en torno al asesinato del presidente John F. Kennedy ha revelado que, a comienzos de los años 60, una comisión asesora de inteligencia recomendó al mandatario estadounidense intensificar operaciones encubiertas de la CIA en Japón. El objetivo era contrarrestar la influencia comunista entre intelectuales, educadores y estudiantes nipones.
Los archivos, publicados en marzo bajo orden del expresidente Donald Trump, incluyen memorandos y recomendaciones del President’s Foreign Intelligence Advisory Board (PFIAB, actual Consejo Asesor del Presidente para Actividades de Inteligencia) dirigidas a Kennedy, en las que se expresa la preocupación por el avance del comunismo en Asia oriental, particularmente en Japón.
UNA ADVERTENCIA ESTRATÉGICA
El documento más relevante data del 19 de octubre de 1962 y forma parte de una revisión de las actividades de inteligencia estadounidenses en el sudeste asiático y el Lejano Oriente. En él, se aconseja fortalecer las operaciones encubiertas de la CIA en Japón, aunque no se detallan los métodos específicos. La fecha coincide con un periodo de fuerte agitación social en el país asiático, incluyendo protestas masivas contra el tratado de seguridad entre Japón y Estados Unidos.
Uno de los textos fue preparado el 30 de enero de 1964, justo antes de una reunión entre el presidente Lyndon B. Johnson y el entonces presidente del PFIAB. En dicho informe se resumen recomendaciones hechas previamente a Kennedy respecto a operaciones secretas en distintos puntos del mundo.
OBJETIVO: DEBILITAR A LA IZQUIERDA
El profesor Arturo Jiménez-Bacardi, especialista en relaciones internacionales y miembro del National Security Archive de la Universidad George Washington, dijo a Mainichi Shimbun que estos documentos constituyen “evidencia clara de la estrategia de la CIA para debilitar a la izquierda japonesa y reforzar a los sectores conservadores”. Jiménez-Bacardi y su equipo publicaron el análisis de siete documentos clave el 7 de abril en el sitio web del National Security Archive.
La revelación refuerza lo reportado por The New York Times en 1994, que denunció que entre las décadas de 1950 y 1960, la CIA proporcionó en secreto grandes sumas de dinero a políticos del Partido Liberal Democrático (PLD) japonés. En ese entonces, el PLD negó las acusaciones. Sin embargo, un documento diplomático publicado por el Departamento de Estado en 2006 confirmó el financiamiento clandestino.
UN CONTECTO POLÍTICO AGITADO
La recomendación de reforzar las operaciones encubiertas se dio en un contexto de tensión creciente en Japón. En 1960, masivas protestas contra la renovación del tratado de seguridad entre Japón y EE. UU. rodearon el Parlamento japonés, lo que derivó en la caída del gobierno de Nobusuke Kishi. Estos movimientos sociales, especialmente entre jóvenes y estudiantes, generaron preocupación en Washington, que temía un avance comunista en uno de sus principales aliados regionales. (RI/AG/IP/)
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