
Ante el alarmante aumento de fraudes dirigidos a personas mayores, la Agencia Nacional de Policía de Japón ha propuesto establecer un límite diario de 300.000 yenes para las transacciones en cajeros automáticos (ATM) realizadas por personas de 75 años o más. Esta medida incluiría tanto retiros como transferencias bancarias y sería la primera regulación de este tipo a nivel nacional.
Actualmente, los límites de retiro y transferencia varían según cada institución financiera, con topes de hasta 500,000 yenes por día para retiros y 1,000,000 de yenes para transferencias. Sin embargo, la creciente incidencia de fraudes telefónicos, en los que grupos criminales engañan a los ancianos para que transfieran dinero a cuentas designadas, ha llevado al gobierno a considerar una regulación uniforme.
Las cifras reflejan la gravedad del problema. En 2023, el monto total de dinero robado mediante estafas telefónicas alcanzó aproximadamente 72.100 millones de yenes (unos 478 millones de dólares), un incremento del 60 % respecto al año anterior y el nivel más alto registrado. El 45 % de las 20.951 víctimas fueron personas de 75 años o más, lo que ha impulsado la implementación de medidas de protección específicas para este grupo etario.
El gobierno ya había anunciado en junio del año pasado su intención de reforzar el monitoreo de cuentas bancarias y limitar el acceso a los ATM para los adultos mayores. No obstante, algunas entidades financieras han expresado su preocupación por la carga adicional en sus sucursales, ya que la restricción podría llevar a un aumento en la demanda de atención en ventanilla.
Al mismo tiempo, se están considerando excepciones para individuos con necesidades de flujo de efectivo más altas, como los trabajadores autónomos.
OSAKA YA APROBÓ MEDIDAS
Mientras tanto, en Osaka, el parlamento de la prefectura aprobó ayer una normativa que reduce aún más los límites para personas mayores de 70 años que no han realizado transferencias bancarias en ATM durante los últimos tres años. En estos casos, el tope será de 100.000 yenes diarios. La misma ley prohíbe a los ancianos operar un ATM mientras mantienen una conversación telefónica, con el fin de prevenir fraudes en tiempo real, convirtiéndose en la primera regulación de este tipo en Japón.
El gobierno continuará evaluando las regulaciones y buscará la opinión del público antes de implementar la reforma de la Ley de Prevención de Transferencias de Fondos Criminales. Un alto funcionario policial destacó que se están considerando medidas para equilibrar la seguridad de los ciudadanos con la eficiencia del sector financiero. (RI/AG/IP/)
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