
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la revocación del estatus legal de más de 500.000 migrantes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Este estatus había sido otorgado bajo las políticas de permiso temporal implementadas por el anterior presidente, Joe Biden.
Los migrantes afectados por la medida han recibido la orden de abandonar el país antes del 24 de abril, lo que representa un plazo de 30 días desde la publicación oficial del aviso en el registro federal.
EL FIN DE LOS PERMISOS TEMPORALES
En enero, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó sobre la eliminación progresiva de los programas que permitían a ciertos migrantes vivir y trabajar temporalmente en el país. En un comunicado oficial, la institución señaló que «la administración Biden abusó de la normativa humanitaria al expandir de manera indiscriminada los permisos temporales para ciudadanos de varias naciones».
El Departamento de Seguridad Nacional destacó que «la administración Biden-Harris utilizó la política de libertad condicional humanitaria para permitir la entrada de 1.5 millones de migrantes sin un control adecuado. Esta medida ha sido revertida en el primer día de la administración Trump, devolviendo la política a su propósito original: evaluar a los migrantes de manera individual».
La decisión de revocar estos permisos responde a una de las principales promesas de campaña de Trump. En diciembre del año pasado, el mandatario republicano aseguró que llevaría a cabo «la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos» tras asumir el cargo el 20 de enero de 2025.
Además, a inicios de marzo, varios medios estadounidenses informaron que la administración Trump también tiene la intención de eliminar el estatus legal temporal de aproximadamente 240.000 ucranianos que huyeron de la guerra con Rusia. (RI/AG/IP/)
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