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El gobierno japonés está considerando un aumento en el impuesto de salida, actualmente establecido en 1.000 yenes por persona. Este ajuste se contempla como una medida para afrontar los crecientes desafíos de la sobrecarga turística y sus efectos, como la congestión en aeropuertos y destinos turísticos populares. Además, se busca que los ingresos adicionales provenientes de este impuesto se destinen a mejorar la infraestructura y la gestión del turismo en todo el país.
En las últimas reuniones del Partido Liberal Democrático (PLD), se han evaluado propuestas que contemplan un incremento del impuesto hasta los 3.000 o 5.000 yenes. El objetivo de este aumento es utilizar los recursos para financiar no solo la promoción del turismo, sino también medidas que favorezcan la sostenibilidad y la expansión de la infraestructura en zonas turísticas clave, así como en aeropuertos y otros servicios esenciales.
Introducido en enero de 2019, el impuesto de salida se aplica a los billetes de avión y pasajes de cruceros de salida de Japón. A pesar de estar dirigido principalmente a turistas extranjeros, también afecta a los ciudadanos japoneses que viajan al extranjero. Los ingresos generados por este impuesto han experimentado un notable incremento, alcanzando los 39,9 mil millones de yenes en el año fiscal 2023, un aumento de más del triple respecto al año anterior. Se prevé que este monto suba a 49 mil millones de yenes en 2025.
Según la Agencia de Turismo de Japón, en 2024 el número de turistas internacionales que visitaron el país fue de 36,87 millones, mientras que 13,01 millones de japoneses viajaron al extranjero. Con la ambiciosa meta de atraer 60 millones de turistas internacionales para 2030, el gobierno busca preparar la infraestructura y servicios del país para este crecimiento.
Sin embargo, algunas zonas turísticas y aeropuertos ya enfrentan dificultades debido a la saturación, lo que agrava los riesgos de sobrecarga turística. El aumento en el impuesto de salida pretende proporcionar los recursos necesarios para garantizar que Japón pueda gestionar adecuadamente el turismo masivo y mantener la sostenibilidad del sector a largo plazo. (International Press)
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