
El juicio por el atentado contra el ex primer ministro japonés Fumio Kishida entró hoy lunes en su fase final, cuando la fiscalía solicitó una pena de 15 años de prisión para el acusado Ryuji Kimura, de 25 años. El caso ha girado en torno a la intención del acusado al lanzar un explosivo casero en un mitin político en abril de 2023 en Wakayama. La defensa alega que su acción no tenía como fin causar daño, mientras que la fiscalía sostiene que hubo un claro propósito de agresión.
Según la acusación, Kimura lanzó un explosivo artesanal en dirección a Kishida durante un acto de campaña en el puerto de pesca de Saikazaki, en Wakayama, el 15 de abril de 2023. Aunque el exmandatario logró salir ileso, dos personas, entre ellas un agente de policía, sufrieron heridas leves.
Desde el inicio del juicio el pasado 4 de febrero, la defensa ha sostenido que Kimura no tenía la intención de matar a nadie. En su declaración, el acusado aseguró que quería llamar la atención sobre una demanda civil que había interpuesto después de que se le impidiera postularse a un cargo público debido a restricciones de edad en la legislación electoral.

«… TENÍA EL PODER DE UNA BALA»
El juicio ha centrado el debate en si Kimura actuó con intención homicida o si su objetivo era solo captar la atención de la opinión pública. La fiscalía argumenta que la naturaleza del artefacto utilizado indica un claro potencial letal. Durante el juicio, un perito en explosivos de la Policía Nacional explicó que el dispositivo improvisado superaba en poder a una bala de arma de fuego, lo que demostraría su capacidad de causar daño letal.
Por otro lado, la defensa argumentó que si Kimura hubiera tenido la intención de matar, habría utilizado un artefacto con un mecanismo más eficaz. Además, subrayó que su cliente no buscaba dañar a nadie, sino simplemente generar ruido para atraer atención mediática.

LAS PRUEBAS CONTRA EL ACUSADO
Uno de los puntos clave presentados por la fiscalía es que Kimura realizó pruebas previas con explosivos en las inmediaciones de su residencia en la ciudad de Kawanishi. Según los informes, en una de estas pruebas, el artefacto lanzado alcanzó la altura de un edificio de dos pisos antes de explotar. Durante la audiencia del 6 de febrero, el acusado admitió haber realizado estos experimentos, aunque aseguró que en ningún momento pensó que el dispositivo podría causar daños significativos.
El juicio también reveló que Kimura había buscado información en internet sobre el distrito electoral de Kishida en la región de Wakayama, lo que según la fiscalía demostraría que su ataque fue premeditado.
LOS ALEGATOS FINALES
En su argumentación final, la fiscalía insistió en que «Kimura lanzó un explosivo con capacidad de matar en medio de una multitud», por lo que su acción constituye un claro intento de homicidio. También advirtieron sobre la necesidad de aplicar una pena ejemplar para evitar futuros ataques similares en actos políticos.
Por su parte, la defensa reiteró que no hubo intención de asesinato y solicitó una reducción de la pena, proponiendo una condena de tres años por el delito de lesiones y fabricación de explosivos.
Al final del juicio, Kimura se dirigió al tribunal para expresar su arrepentimiento: «Lamento profundamente haber causado problemas a tantas personas». Sin embargo, no hizo referencia explícita a su acción ni a su motivación original. La sentencia se conocerá el próximo 19 de febrero. (RI/AG/IP/)
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