En un extenso artículo titulado: «Las profundas razones por las que la cocina peruana hecha por inmigrantes es amada en Aikawa, la municipalidad con mayor proporción de residentes extranjeros en la prefectura de Kanagawa«, el prestigioso diario económico Toyo Keizai Shimbun ha destacado la historia del Restaurante Tiki de Aikawa.
Aikawa, un pequeño municipio en la prefectura de Kanagawa, se distingue como la localidad con el mayor porcentaje de residentes extranjeros de la región, alcanzando un 9% de su población total. Este entorno multicultural es el hogar de comunidades provenientes de Sudamérica y el sudeste asiático, que, junto con los habitantes locales, han moldeado la identidad de este enclave en las últimas décadas.
Entre los protagonistas de esta convivencia cultural, destaca Tiki, un restaurante de cocina peruana fundado en 2001 por Juan Luis Uchima, un nikkei peruano de segunda generación nacido en Lima. Su historia, y la de su familia, procedente de Okinawa, refleja las raíces y la evolución de la cocina peruana, una gastronomía nacida de la fusión entre culturas locales, europeas, asiáticas y africanas.
LA COCINA PERUANA, EXPRESIÓN DE MESTIZAJE
El reportaje subraya con entusiasmo los platos que han hecho famoso al restaurante Tiki, en especial el lomo saltado, descrito como una “propuesta arrolladora” capaz de conquistar a cualquiera con su “calidez, sabor contundente y un volumen que despierta el espíritu combativo de quien lo disfruta”.
Este clásico peruano, una suerte de “estofado de carne y verduras al estilo peruano”, combina carne de res salteada, y espectacularmente flambeada, con tomate, cebolla y patatas fritas, acompañado de arroz y ensalada.
Lo que hace especial al lomo saltado —y a la cocina peruana en general— es su origen multiétnico. Tal como explica el chef del restaurante, Yasuhiko Uchima (37), hijo del fundador:
“El ingrediente base de este plato es la salsa de soja, un aporte de la comunidad china que llegó a Perú en el siglo XIX. La cocina peruana es el resultado de tomar lo mejor de cada cultura, desde la europea hasta la asiática, y transformarlo en algo único”.
En palabras de Toyo Keizai, el resultado es una mezcla que “derrite fronteras culturales en cada bocado”.
DE BASE MILITAR A ENCLAVE MULTICULTURAL
Durante la Segunda Guerra Mundial, Aikawa albergó una base militar japonesa. En realidad fue una ciudad-base donde se entrenaban los pilotos de la Aviación Imperial que en la década de los 60 se transformó en un importante centro industrial, atrayendo a miles de trabajadores extranjeros.
Hoy en día, la comunidad peruana es la más numerosa entre los residentes extranjeros, con más de 670 personas registradas y sin conctar a quienes viven en distritos aledaños y llegan a Aikawa para trabajar.
El fundador de Tiki, Juan Luis Uchima, llegó a Japón a finales de los años 80 como parte de la ola de inmigrantes peruanos que buscaban mejores oportunidades económicas tras la crisis que afectó a su país. Primero trabajó en la construcción en Okinawa y luego se trasladó a Aikawa, donde laboró en fábricas antes de reunir los ahorros necesarios para abrir su restaurante.
TIKI COMENZÓ VENDIENDO SOBA OKINAWENSE
Inicialmente, el Tiki servía soba okinawense, pero pronto cambió de rumbo. Según Uchima, los comensales peruanos pedían cada vez más platos típicos de su país:
“Los trabajadores de las fábricas necesitaban una comida que les devolviera la energía, algo contundente y familiar. Así nació el Tiki como lo conocemos hoy”.
El paso de las riendas a Yasuhiko Uchima, quien estudió cocina profesional y trabajó en restaurantes italianos, dio un nuevo impulso al restaurante, combinando la esencia tradicional de la cocina peruana con técnicas modernas.
Hoy, el Tiki no solo atrae a la comunidad peruana local, sino también a japoneses interesados en los sabores de Sudamérica, así como a hispanos y otros extranjeros que llegan desde la base estadounidense en Kanagawa. En su interior, decorado con motivos de la cultura andina, los comensales no solo disfrutan de la comida, sino también de un viaje sensorial que evoca la riqueza cultural de Perú.
Tal como concluye el artículo de Toyo Keizai, el restaurante Tiki simboliza el espíritu de Aikawa: un lugar donde las diferencias culturales no dividen, sino que se entrelazan para crear algo nuevo y único.
“La diversidad cultural sabe bien”, afirmó el diario en un cierre tan poético como cierto. (RI/AG/IP/)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.