El 14 de diciembre, a las 11:00 de la mañana, la empresa japonesa Space One llevará a cabo el lanzamiento del cohete «Kairos» versión 2 desde su plataforma en Kushimoto, prefectura de Wakayama. Esta misión podría marcar un hito histórico: la creación del primer «templo espacial» de la humanidad. A bordo del cohete se encuentra un satélite que alberga una réplica de una estatua de Buda, un proyecto que busca fusionar la espiritualidad y la exploración espacial.
El proyecto ha sido impulsado por Jun’ei Nakata, director ejecutivo del templo Daigo-ji, uno de los centros más relevantes del budismo Shingon, con sede en Kyoto. Nakata destaca que el objetivo de este «templo espacial» es trascender las fronteras nacionales, raciales y religiosas, ofreciendo un espacio de oración y meditación para la humanidad en su conjunto. “El espacio representa un lugar sin fronteras, donde las diferencias entre los seres humanos desaparecen”, explicó Nakata.
El «templo espacial» se denomina «Goun-ji» (劫蘊寺), y será transportado a través de un satélite diseñado por la empresa Terrace Space, también con sede en Kyoto. Este satélite albergará una figura en miniatura del Daibutsu Nyorai (Buda), símbolo del universo en el budismo, así como un mandala que representa la visión cósmica del budismo Shingon. El nombre Goun-ji hace referencia a un concepto budista relacionado con el tiempo cósmico y la materia, y simboliza el propósito de este templo de promover la paz y unidad entre las distintas culturas y religiones.
La misión de Space One no solo tiene un componente espiritual, sino que también aborda un contexto social: la pérdida de valores comunitarios en la sociedad moderna. Según Nakata, los templos y santuarios, que en tiempos pasados eran centros de oración y apoyo comunitario, han decaído debido a la tendencia de cierre de templos y la falta de conexión humana. “Queremos revitalizar la espiritualidad y fomentar la paz global”, explicó Nakata sobre el proyecto.
El satélite será colocado en órbita a unos 500 kilómetros de la Tierra, pero se estima que se desintegrará tras varios años al entrar en la atmósfera. Sin embargo, Nakata ha propuesto que, a través de una aplicación móvil, las personas puedan seguir el trayecto del satélite y participar simbólicamente en sus rituales desde cualquier lugar del planeta.
Este lanzamiento se produce tras el fracaso de Space One en marzo de 2024, cuando el «Kairos» versión 1 explotó a tan solo cinco segundos del despegue. Si la versión 2 logra alcanzar la órbita, será el primer lanzamiento exitoso de un cohete privado japonés que coloque un satélite en el espacio. El «Kairos 2» tiene una longitud de 18 metros y es un cohete de tres etapas alimentado por combustible sólido. Además del satélite budista, transportará otros cinco satélites, incluidos dispositivos experimentales de la Agencia Espacial Nacional de Taiwán.
Space One, fundada en 2018 con el apoyo de empresas como Canon Electronics e IHI Aerospace, tiene como objetivo ofrecer lanzamientos de satélites a bajo costo y alta frecuencia, un modelo de negocio que ha ganado popularidad en todo el mundo. La competencia global en la industria de los cohetes privados es cada vez mayor, con Estados Unidos liderando el desarrollo de pequeñas empresas espaciales. En Japón, otras iniciativas como Interstellar Technologies aún no han logrado colocar un satélite en órbita, por lo que el éxito de Space One sería un avance significativo.
El presidente de Space One, Masakazu Toyoda, expresó que todo el equipo está comprometido en superar el fracaso anterior y lograr un lanzamiento exitoso el 14 de diciembre. La misión ha despertado un gran interés, no solo por su componente tecnológico, sino por su singular enfoque que une la religión y la exploración espacial. (International Press)
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