Una joven cantante de música tradicional tailandesa ha fallecido tras experimentar una parálisis total y otras secuelas derivadas de una polémica técnica de masaje que involucra la manipulación del cuello. Chayada Prao-Hom, de 20 años, murió el pasado 8 de diciembre en un hospital de la provincia de Udon Thani, en el noreste de Tailandia, debido a una infección sanguínea y edema cerebral, según informó el diario local Bangkok Post.
La cantante, conocida por su interpretación de música folclórica tailandesa, había revelado a través de su cuenta de Facebook que comenzó a experimentar problemas de salud después de someterse a varias sesiones de masaje en octubre en un establecimiento local. En total, acudió al mismo lugar tres veces, recibiendo siempre un tratamiento que incluía la torsión del cuello.
Tras la primera sesión, Chayada empezó a sentir dolor en la parte posterior de la cabeza, y al cabo de una semana notó que sus extremidades comenzaban a paralizarse. Después de la segunda visita, los síntomas se agravaron: su cuerpo se endureció, los dolores se intensificaron, y llegó a un punto en que no podía moverse ni girarse en la cama.
En su testimonio, la joven compartió que incluso después de la tercera sesión de masaje, su situación empeoró notablemente. Su cuerpo presentó hinchazón y hematomas, además de una parálisis progresiva que afectó su capacidad para mover el brazo derecho y, más tarde, la mayor parte de su cuerpo.
A pesar de su condición crítica, Chayada trató de alertar a otras personas sobre los riesgos potenciales del masaje tailandés a través de sus publicaciones en redes sociales. «Espero que mi historia sirva de lección para quienes reciben masajes frecuentemente», declaró en una de sus últimas publicaciones. Sin embargo, a mediados de noviembre su salud se deterioró rápidamente hasta fallecer en diciembre.
El caso ha despertado un intenso debate en Tailandia sobre la seguridad de ciertas prácticas en los masajes tradicionales. La Oficina de Apoyo a los Servicios de Salud del Ministerio de Salud Pública tailandés ha anunciado que investigará si las técnicas aplicadas en este caso se ajustan a los estándares del masaje tradicional tailandés.
Por su parte, Thirawat Hemachudha, profesor y asesor de la Facultad de Medicina Oriental de la Universidad Rangsit, advirtió sobre los riesgos de estas manipulaciones. Según explicó, los movimientos bruscos o torsiones del cuello pueden dañar arterias cervicales o vertebrales, lo que puede provocar parálisis o incluso la muerte. (RI/AG/IP/)
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