Las prefecturas de Tokio y Kanagawa han declarado alertas sanitarias debido al incremento significativo de casos de «eritema infeccioso», una enfermedad conocida en Japón como «ringo byo» (リンゴ病). Esta dolencia, causada por el parvovirus B19, se caracteriza por síntomas similares al resfriado, fiebre y un enrojecimiento distintivo en las mejillas, afectando principalmente a niños. Sin embargo, su impacto puede ser grave en mujeres embarazadas, ya que existe el riesgo de complicaciones como abortos espontáneos.
En Tokio, las autoridades sanitarias reportaron un promedio de 1,93 casos por clínica durante la semana que terminó el 17 de noviembre, lo que supone un aumento del 57% respecto a la semana anterior. En varias zonas de la capital, el promedio por institución médica ha superado los dos casos, alcanzando el umbral para emitir una alerta sanitaria, algo que no ocurría desde 2018. La respuesta de las autoridades incluye un llamado enfático a reforzar las medidas preventivas básicas, como el lavado frecuente de manos y el uso de mascarillas.
Mientras tanto, en Kanagawa, las localidades de Chigasaki y Samukawa también han activado alertas tras registrar un promedio de 2,29 casos por clínica, el nivel más alto en casi seis años. Las autoridades locales están priorizando la difusión de información en escuelas y centros comunitarios para prevenir contagios, especialmente entre niños, quienes son los más vulnerables a esta enfermedad.
Dado que no existe un tratamiento específico para el «eritema infeccioso», la prevención es esencial. Las recomendaciones incluyen el uso de mascarillas, la higiene frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas infectadas. Estos esfuerzos buscan minimizar el impacto de la enfermedad en la población, particularmente entre los grupos de mayor riesgo, como las embarazadas. (International Press)
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