El Partido Liberal Democrático (PLD), el Komeito y el Partido Democrático para el Pueblo (PDP o Kokumin Minshuto) han alcanzado un acuerdo preliminar para incluir la revisión del llamado «tope de los 1,03 millones de yenes» en su paquete de medidas económicas. Este límite, que afecta directamente a las exenciones fiscales de las personas con ingresos bajos o intermedios, ha sido objeto de demandas por parte del PDP, que busca ampliar su alcance para mitigar el impacto negativo del alza en el costo de vida.
El término hace referencia al umbral de ingresos (equivalente a unos 6.600 dólares anuales) a partir del cual los trabajadores a tiempo parcial pierden su elegibilidad para ciertos beneficios fiscales y sociales, lo que desincentiva un aumento de sus horas de trabajo o ingresos. Este límite, establecido hace décadas, ha sido señalado como obsoleto en un contexto de inflación creciente y salarios estancados.
PLD-KOMEITO: ¥1,2 M ESTARÍA BIEN
La propuesta inicial del PDP busca elevar el umbral hasta los 1,78 millones de yenes (unos 11.480 dólares anuales), lo que representaría una reforma significativa al sistema fiscal. Sin embargo, el PLD y el Komeito han sugerido una revisión más modesta, situando el nuevo límite alrededor de los 1,2 millones de yenes (unos 7.700 dólares). La diferencia entre ambas posturas refleja el difícil equilibrio entre la necesidad de aliviar la presión fiscal sobre las familias y las preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera.
La reforma propuesta por el PDP, de implementarse en su totalidad, podría generar una pérdida combinada de entre 7 y 8 billones de yenes en ingresos fiscales para los gobiernos nacionales y locales, según estimaciones iniciales. Este impacto ha suscitado críticas desde sectores conservadores, que advierten sobre la dificultad de compensar ese déficit sin recurrir a recortes presupuestarios o aumentos en otros impuestos.
El debate también se extiende a otras medidas incluidas en el paquete económico. Entre ellas, se destaca la ampliación de los subsidios para los hogares con ingresos bajos, una nueva reducción temporal en los precios de los combustibles y un alivio en las tarifas de electricidad y gas durante el primer trimestre de 2025.
El consenso alcanzado entre los tres partidos se materializó en una reunión celebrada hoy en la Dieta. El presidente del consejo de política del PLD, Itsunori Onodera, destacó que este diálogo puede marcar un precedente para futuras colaboraciones con la oposición: «Es un paso hacia una discusión más inclusiva en beneficio del pueblo japonés».
Por su parte, Kazuya Hamaguchi, representante del PDP, celebró el reconocimiento explícito de la necesidad de revisar la pared de los 1,03 millones de yenes, aunque advirtió que las negociaciones en torno al alcance de la reforma serán complejas.
LA DECISIÓN FINAL EN DICIEMBRE
La revisión definitiva se discutirá en el marco de las negociaciones sobre la reforma fiscal para el año fiscal 2025, cuyo borrador será presentado por la coalición gubernamental en diciembre. Mientras tanto, el PDP mantiene la presión para vincular el umbral de ingresos con el crecimiento del salario mínimo, argumentando que una mayor flexibilidad en los límites fiscales estimularía la productividad y el consumo interno.
Sin embargo, el debate se perfila complicado, ya que las diferencias entre las proyecciones económicas de los partidos y la presión de los gobiernos locales complican el camino hacia un acuerdo unánime. (RI/AG/IP/)