La Fiscalía de Japón solicitó este sábado cadena perpetua para Sudo Saki, de 28 años, acusada del asesinato de su esposo, el empresario Kosuke Nozaki, conocido como el «Don Juan de Kishu». Nozaki, de 77 años, murió en mayo de 2018 en Wakayama tras ingerir una dosis letal de estimulantes, en un caso que ha acaparado la atención nacional por sus connotaciones de ambición, lujo y crimen.
Nozaki, presidente de una empresa de venta de licores y de un negocio inmobiliario en la prefectura de Wakayama, tenía acumulada una riqueza personal de alrededor de 1.300 millones de yenes (9,1 millones de dólares). Se casó con Sudo, que era más de 50 años más joven que él, en febrero de 2018.
En sus declaraciones iniciales, los fiscales dijeron que el hombre le daba a su esposa un millón de yenes cada mes, pero le dijo a un empleado que quería divorciarse porque su esposa viajaba mucho entre Tokio y Wakayama.
Durante la audiencia, la Fiscalía afirmó que el móvil del crimen fue «evidentemente económico», señalando que Sudo planeó el asesinato para quedarse con la fortuna de su esposo. Entre las pruebas presentadas destacan: 1) La ausencia de indicios de suicidio por parte de Nozaki y su desconocimiento sobre el uso de estimulantes. 2) La presencia de Sudo junto a Nozaki en su residencia durante las horas en que se presume que consumió la droga letal. 3) Los registros de búsquedas realizadas por Sudo en internet, que incluían términos como «asesinato perfecto», «sobredosis de estimulantes» e «impuestos sobre herencias en cuentas extranjeras».
La Fiscalía también apuntó a la planificación meticulosa del crimen, indicando que Sudo aprovechó la ausencia de la empleada doméstica para ejecutar el plan, subiendo ocho veces al segundo piso de la casa en las horas previas al deceso de Nozaki.
Sudo, quien se declara inocente, reconoció haber contactado a un traficante de drogas en nombre de Nozaki, pero aseguró que éste le pidió comprar los estimulantes. Alegó que el empresario había criticado la calidad del producto que adquirió. Durante el juicio, la acusada expresó resentimiento hacia la cobertura mediática del caso, afirmando que «llevo años siendo tratada como una asesina por su muerte».
Por su parte, la defensa argumentó que las pruebas presentadas son circunstanciales y que no existe evidencia directa de que Sudo administrara los estimulantes a Nozaki. «Repetir acusaciones no convierte las sombras en certezas», subrayó el abogado defensor, quien sugirió que el fallecimiento pudo deberse a un accidente o incluso al propio Nozaki.
Los alegatos culminaron hoy lunes y la sentencia definitiva será anunciada el próximo 12 de diciembre. (RI/AG/IP/)
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