La participación de Taiwán en la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), organizada este año en Perú, ha sido obstaculizada por el anfitrión, que parece inclinarse hacia la influencia de Pekín, según informaron fuentes taiwanesas citadas por el diario Nikkei. Perú rechazó al enviado original de Taiwán a la cumbre, obligando a la administración del presidente Lai Ching-te a nombrar un representante alternativo.
Fuentes cercanas al asunto en Taipei señalaron que Perú, en su calidad de presidente pro-tempore del foro, ha nominado unilateralmente a China como sede de APEC en 2026. Este movimiento podría amenazar la futura participación de Taiwán en el evento. “Perú interfiere y ejerce presión sobre la participación de Taiwán al organizar esta cumbre de líderes”, explicó una de las fuentes. El exvicepresidente taiwanés Chen Chien-jen, una figura destacada en temas de salud pública, iba a ser el representante, pero finalmente no fue invitado.
Las acciones de Perú coinciden con la inauguración, ocurrida hoy, del megaproyecto chino en el puerto de Chancay, en la costa peruana del Pacífico. La obra será el mayor puerto de América del Sur y representa un paso significativo en la expansión de China en la región.
Aunque Taiwán es un miembro pleno de APEC, las presiones chinas le impiden enviar a sus presidentes de la Nación al foro. En su lugar, suele delegar a empresarios o figuras políticas. Tras la implícita negación de Chen, el elegido fue Lin Hsin-i, asesor presidencial y exministro de Economía, quien destacó que “Taiwán es una fuerza importante, estable e indispensable para la prosperidad económica regional”.
La situación representa un revés para Taiwán en un momento en que China redobla esfuerzos para que sus aliados regionales lo excluyan diplomáticamente. Esta dinámica plantea un desafío para Estados Unidos, que podría tener que responder a la creciente influencia china en América Latina, incluido el fortalecimiento de los lazos con la presidenta peruana, Dina Boluarte.
La instalación de Chancay ha generado preocupación en Estados Unidos, que considera América Latina como una región clave de influencia. General Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, advirtió recientemente sobre la posibilidad de que la armada china pueda utilizar Chancay en el futuro.
Expertos advierten que el modelo de China de inversiones en puertos profundos en países en desarrollo, aunque es una oportunidad económica, también suele implicar riesgos. Bethany Allen, directora de investigación sobre China en el Instituto Australiano de Política Estratégica, explicó al Nikkei que estos puertos son “dual-use”, es decir, pueden ser utilizados para fines comerciales y militares, y que suelen traer preocupaciones de endeudamiento, impacto ambiental y poder geopolítico.
Mientras tanto, la participación de Taiwán en APEC podría limitarse si Pekín asume el rol de anfitrión en 2026, y China está maniobrando para bloquear el ingreso de Taiwán a importantes acuerdos comerciales como el CPTPP, el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico. en el cual Perú también es miembro fundador. Aunque Taiwán ya cumplió con los estándares del bloque, el acuerdo requiere consenso, y China ha instado a Perú a negar la entrada de Taiwán.
A medida que los lazos entre Perú y China se estrechan cada vez más, Taiwán podría enfrentar un camino más difícil en su integración soberana al Asia-Pacífico. El ministro de Relaciones Exteriores peruano, Elmer Schialer, dijo a principios de este mes que Lima y Pekín firmarán un acuerdo de libre comercio actualizado durante la visita del presidente Xi. Schialer también dijo a Reuters que Xi llegaría a APEC con una delegación de 400 empresarios interesados en inversiones en proyectos de infraestructura y tecnología en Perú. (RI/AG/NI/IP/)