El presidente de Nissan, Makoto Uchida, informó que, a partir de noviembre, devolverá el 50% de su salario, en señal de responsabilidad por el deterioro de la estructura financiera de la compañía. Otros altos directivos también devolverán una parte de sus ingresos de manera voluntaria. Uchida, en una conferencia de prensa virtual, expresó que se siente «plenamente responsable» por la situación y aseguró que trabajará para «devolver a Nissan a una senda de crecimiento». Además, se cancelará el dividendo provisional y se ha dejado en suspenso el pago anual previsto.
La automotriz japonesa ha visto una fuerte caída en sus beneficios. En el primer semestre fiscal (abril-septiembre), el beneficio neto de Nissan se desplomó un 94% respecto al año anterior, registrando solo 19.200 millones de yenes (124 millones de dólares). La última vez que Nissan mostró resultados tan bajos fue en 2020, en plena pandemia de COVID-19.
LAS VENTA Y PRODUCCIÓN A PIQUE
En Estados Unidos, el intento de mantener ventas ha resultado en altos costos debido a los incentivos que Nissan ofrece a sus concesionarios, agravando la situación financiera. Además, la falta de oferta de vehículos híbridos (HV) en Estados Unidos, segmento donde Toyota y Honda han ganado terreno, ha dejado a Nissan en una posición desventajosa. En China, otro mercado clave, la caída de ventas ha sido notable.
Las plantas de Nissan en Estados Unidos y China están operando a niveles alarmantemente bajos de utilización. Según GlobalData, firma británica de investigación, el índice de ocupación de Nissan en 2024 se situó en un 60% en EEUU y un 43% en China, cifras mucho menores en comparación con los niveles previos a la pandemia.
Con una red de fábricas en Japón, China, Estados Unidos y México, Nissan cuenta actualmente con una capacidad de producción global cercana a los 5 millones de vehículos anuales. La nueva estrategia reducirá esta capacidad a menos de 4 millones. Uchida no precisó qué plantas se verán afectadas ni los plazos específicos de los ajustes. La compañía tiene actualmente una plantilla global de aproximadamente 130.000 empleados, y el recorte de 9.000 trabajadores representaría cerca de un 7% de esa fuerza laboral.
Pese a estos recortes, Uchida aseguró que Nissan buscará mantener una estructura rentable con un objetivo de ventas anuales de 3,5 millones de vehículos. Esta meta reemplaza un plan anterior que proyectaba incrementar las ventas a 4.4 millones de unidades para el año fiscal 2027. Respecto a la venta parcial de acciones de Mitsubishi, Uchida indicó que esta medida ayudará a Nissan a ganar flexibilidad financiera para futuras oportunidades de crecimiento. Mitsubishi absorberá estas acciones mediante una recompra, lo que supondrá para Nissan una inyección de cerca de 700 millones de yenes (4.5 millones de dólares).
Para el año fiscal que culminará en marzo de 2025, Nissan ha pronosticado un beneficio operativo de 150.000 millones de yenes (974 millones de dólares), una reducción del 74% respecto al año anterior. La previsión inicial se situaba en 500.000 millones de yenes, pero la cifra fue revisada debido a los costos asociados a los recortes en curso.
El Nikkei dijo que la empresa no ha hecho una previsión definitiva de beneficio neto para este año, aunque ha ajustado su proyección de ventas globales a la baja, estimando una caída del 7%, con un total de 3.2 millones de vehículos vendidos. (RI/AG/International Press)
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