La construcción y administración del puerto está a cargo de Cosco Shipping, una de las mayores empresas navieras de China. Tras un acuerdo con el gobierno peruano que dejó sin efecto una demanda para limitar su exclusividad, Cosco se convertirá en el único operador de Chancay. La capacidad del puerto para cumplir funciones duales, comerciales y militares, es una preocupación para Washington.
Según declaró al Financial Times la general Laura Richardson, jefa saliente del Comando Sur de Estados Unidos, el megaproyecto responde a un modelo utilizado por Pekín en otras regiones, aprovechando su «Iniciativa de la Franja y la Ruta» para expandir su influencia global.
Hasta la fecha, 22 países en América Latina y el Caribe se han adherido a este ambicioso proyecto de infraestructura, con el que China refuerza su presencia en áreas que históricamente se consideraban bajo influencia estadounidense. Actualmente, China es el principal socio comercial de América del Sur y uno de los mayores inversores en sectores estratégicos como minerales, transporte y energía.
TAMBIÉN ADVIERTE SOBRE HUAWEI
Richardson ha destacado la conveniencia de que los gobiernos latinoamericanos consideren los riesgos de aceptar infraestructura de tecnología 5G de empresas chinas como Huawei, debido a posibles «puertas traseras» que comprometan su seguridad. Huawei ha negado estas acusaciones, asegurando que sus productos no representan ningún riesgo. No obstante, la general sostiene que China promueve un «autoritarismo digital» incompatible con la privacidad de datos y la seguridad de información sensible.
En cuanto a otras actividades de China en la región, Richardson mostró inquietud ante las propuestas chinas para construir puertos estratégicos en zonas clave, como Ushuaia en Argentina. Este puerto, ubicado cerca del Estrecho de Magallanes y del Pasaje de Drake, fue una propuesta que, según medios locales, fue rechazada debido a la presión de Estados Unidos en favor de una alternativa de construcción liderada por el propio Washington.
El gobierno chino ha respondido que su prioridad es una colaboración basada en el beneficio mutuo, a diferencia de lo que Pekín percibe como el intento de dominación de Estados Unidos. Sin embargo, EEUU sigue alertando sobre los riesgos de dependencia hacia China y aboga por que sus socios en la región tengan acceso a alternativas de inversión más transparentes y comprometidas con la seguridad.
Richardson, una veterana militar que ha estado al mando del Comando Sur durante tres años, concluye su servicio este 7 de noviembre. Durante su mandato, ha hecho repetidas advertencias sobre la creciente influencia de China y Rusia en América Latina, exhortando a los países de la región a evaluar cuidadosamente los proyectos de infraestructura con implicaciones estratégicas. (RI/AG/IP/)