Japón revisó las directrices del programa de formación para extranjeros, permitiendo que aquellos que sufran acoso o abuso puedan cambiar de lugar de trabajo. Esta medida busca abordar la creciente tasa de abandono de los participantes debido a las malas condiciones laborales, dijo Kyodo.
Hasta ahora, el programa restringía a los trabajadores la posibilidad de cambiar de empleo durante los primeros tres años de su estancia en el país. Sin embargo, el año pasado se registró un número récord de 9.753 personas que dejaron sus lugares de trabajo sin previo aviso, principalmente a causa de abuso laboral.
La normativa anterior permitía el cambio de empleo solo en «circunstancias inevitables». Con la nueva revisión, se especifica que los internos pueden cambiar de trabajo si han sufrido abusos, acoso sexual o violaciones graves de las leyes y regulaciones laborales, como incumplimientos de contrato.
Estas nuevas pautas también permiten que los compañeros de los trabajadores abusados puedan trasladarse a otros lugares de trabajo y que puedan tomar empleos a tiempo parcial de hasta 28 horas semanales mientras realizan la transición.
Una disposición especial fue añadida para los trabajadores que no logran encontrar nuevos empleadores en su calidad de aprendices. Ahora pueden optar por una visa de actividades designadas temporalmente, que les permite trabajar mientras se preparan para el examen necesario para obtener una visa de trabajador cualificado.
Este programa, que opera desde 1993, ha sido criticado como un método encubierto para que Japón importe mano de obra barata. El gobierno anunció que reemplazará el sistema con uno nuevo hacia 2027, que permitirá los cambios de trabajo tras uno o dos años de empleo en una misma empresa. (RI/AG/IP/)