El pasado lunes, las empresas encargadas del proyecto de renovación en el área de Meiji Jingu Gaien en Tokio, encabezadas por Mitsui Fudosan, comenzaron las labores de tala y trasplante de árboles de más de tres metros de altura. Estos trabajos, inicialmente programados para el año pasado, se pospusieron debido a las críticas ciudadanas por su impacto ambiental. Tras modificar el plan para reducir el número de árboles a talar, las obras han retomado su curso con la autorización de las autoridades locales.
El proyecto de renovación incluye la construcción de un nuevo estadio de rugby en el lugar del antiguo estadio de béisbol Jingu, además de la edificación de dos rascacielos en la zona. La demolición del antiguo estadio comenzó en marzo del año pasado, y el proyecto adquirió relevancia mediática cuando el músico Ryuichi Sakamoto, en una carta dirigida a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, manifestó antes de morir, su oposición al proyecto.
Las autoridades de Tokio solicitaron a las empresas desarrolladoras un plan de conservación específico antes de iniciar la tala. En respuesta, Mitsui Fudosan publicó una revisión del proyecto en septiembre, reduciendo el número de árboles a talar de 743 a 619. Evaluaciones ambientales concluyeron que el proyecto no implicaba un riesgo significativo para el entorno, lo que permitió su reanudación.
De los 1.825 árboles en la zona, además de 619 árboles que serán talados, está prevista la reubicación de 242 y la conservación de 964. Además, se planea plantar 1.098 árboles nuevos. Las filas de ginkgos, un símbolo histórico y natural de Tokio, serán preservadas.
El lunes por la mañana, trabajadores talaron un árbol zelkova de aproximadamente diez metros en el lugar donde se encontraba el estadio Jingu, mientras unas 40 personas protestaban en los alrededores, exigiendo la suspensión de la tala.
Entre los manifestantes se encontraba Mikiko Ishikawa, directora del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, conocido como ICOMOS, quien ha sido una de las principales opositoras. Tras la tala, Ishikawa expresó con indignación: «Esto no es en absoluto democrático. He trabajado como experta en áreas verdes y no puedo quedarme callada mientras árboles de cien años son talados».
Los ajustes en el cronograma han pospuesto la finalización del nuevo estadio de rugby, ahora prevista para diciembre de 2029, y la conclusión total del proyecto está proyectada para 2036. (International Press)
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