El Gobierno japonés se encuentra bajo creciente presión para introducir un sistema de apellidos opcionales para las parejas casadas, según lo discutido en una reciente revisión realizada por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de las Naciones Unidas. Durante la sesión, la delegación japonesa subrayó la necesidad de «obtener un mayor entendimiento por parte de la población» antes de proceder con la implementación de este sistema, que permitiría a los cónyuges mantener apellidos diferentes tras el matrimonio.
Este debate no es nuevo. La ONU ya ha emitido tres recomendaciones anteriores instando a Japón a modificar su legislación civil, que actualmente obliga a las parejas casadas a compartir el mismo apellido. Sin embargo, el Gobierno japonés ha reiterado que las encuestas de opinión pública muestran una profunda división en torno al tema lo que dificulta su implementación inmediata.
El principal argumento del Ejecutivo es que, aunque la discusión sobre el sistema de apellidos alternativos está en curso, no hay un consenso suficiente entre la ciudadanía. Los representantes del Gobierno explicaron que, debido a la falta de acuerdo en la sociedad, es imprescindible «ampliar el debate y conseguir un mayor respaldo» antes de proponer cambios en la ley.
Por su parte, Naho Ida, directora de una organización civil que aboga por la introducción de los apellidos opcionales, instó al Comité de la ONU a que intervenga con mayor firmeza. Según Ida, «las encuestas de opinión no deben usarse en cuestiones de derechos humanos», y reclamó un calendario claro para la modificación de la legislación.
El Comité de la ONU tiene previsto emitir sus conclusiones sobre la actuación del Gobierno japonés a finales de este mes, lo que podría incrementar la presión internacional para que Japón avance hacia una mayor equidad de género en su legislación matrimonial. (RI/AG/IP/)