Japón vuelve a descubrir una bomba de origen estadounidense, lanzada en la Segunda Guerra Mundial, en el aeropuerto de Naha, en la isla de Okinawa. Según fuentes oficiales, la bomba fue detectada en una zona alejada de las pistas de aterrizaje, por lo que no se interrumpieron las operaciones de los vuelos comerciales. Las Fuerzas de Autodefensa de Japón se encargaron de desactivar y retirar el artefacto.
Este hallazgo no es un hecho aislado. Entre enero y finales de septiembre de este año, ya se habían descubierto siete artefactos explosivos en zonas cercanas a las pistas de aterrizaje o en áreas con acceso restringido del aeropuerto de Naha, según informó la oficina local del Ministerio de Territorio, Infraestructura, Transporte y Turismo.
El aeropuerto de Naha está ubicado en lo que antiguamente fue una base de la Armada Imperial Japonesa, razón por la cual es relativamente común encontrar municiones o artefactos explosivos de la Segunda Guerra Mundial. La bomba hallada ayer no presentaba riesgo inminente de detonación, y fue retirada de manera segura.
Las autoridades del aeropuerto confirmaron que los otros siete objetos descubiertos en lo que va del año fueron detectados gracias a los estudios magnéticos que se realizan de manera rutinaria antes de iniciar cualquier obra de excavación en las áreas cercanas a las pistas o caminos de rodaje. Estos procedimientos preventivos han sido clave para garantizar la seguridad durante los trabajos de construcción. (RI/NI/IP/)
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