El nuevo Primer Ministro de Japón, Shigeru Ishiba, explicó en su primer día al mando un ambicioso plan de gobierno basado en cinco líneas fundamentales de defensa. Estas directrices, dijo, están diseñadas para restaurar la confianza del pueblo japonés en sus líderes y proteger los intereses del país en una época de crecientes desafíos tanto a nivel interno como internacional.
Su estrategia, que ha denominado como «las cinco defensas», aborda áreas clave como la política, la seguridad nacional, la economía, las regiones locales y los derechos de las mujeres y los jóvenes.
1. DEFENSA DE LAS REGLAS POLÍTICAS
La primera línea de defensa de Ishiba se centra en restaurar la confianza de los ciudadanos en la política japonesa. Para lograr esto, subrayó la importancia de una mayor transparencia en la financiación de los partidos políticos y la necesidad de seguir las normas establecidas. «Un gobierno debe ser ejemplo de respeto por las reglas», afirmó en su primera rueda de prensa.
Ishiba planea implementar una serie de reformas políticas que mejoren la supervisión de los fondos públicos y que establezcan mecanismos más sólidos de control. Una medida clave en este ámbito será la creación de una comisión independiente encargada de regular el uso del dinero en política, como ya lo prevé la recién aprobada ley de financiación de partidos. El objetivo de estas reformas es garantizar que los políticos rindan cuentas de manera constante y transparente ante los ciudadanos.
2. DEFENSA DE LA SEGURIDAD NACIONAL
Ishiba puso gran énfasis en la protección de Japón frente a las amenazas externas. La segunda línea de defensa se centra en la seguridad nacional con el fortalecimiento de las capacidades militares y la modernización de las Fuerzas de Autodefensa. Según el Primer Ministro, Japón se enfrenta actualmente al entorno de seguridad más difícil desde la posguerra, y para contrarrestarlo, es necesario robustecer tanto la defensa nacional como las alianzas internacionales, especialmente con Estados Unidos.
En esta línea, anunció planes para reforzar la disuasión, ampliar las capacidades de ciberseguridad y atender urgentemente la mejora de las condiciones laborales de los miembros de las Fuerzas de Autodefensa. Asimismo, Ishiba aseguró que continuará con el desarrollo de la estrategia de «Indo-Pacífico libre y abierto», un concepto que busca estabilizar la región a través del fortalecimiento del derecho internacional y la cooperación multilateral.
3. DEFENSA DE LOS CIUDADANOS
La tercera defensa tiene como foco a la ciudadanía. Ishiba se comprometió a proteger a los japoneses mediante una serie de medidas económicas y sociales, incluyendo el alivio de los efectos de la inflación y el aumento de los salarios mínimos. El nuevo gobierno buscará apoyar a las familias de bajos ingresos con subsidios, al tiempo que incentivará a las empresas a mejorar la productividad y aumentar el salario mínimo a 1.500 yenes hasta antes de 2030.
«Los salarios aumentan, el consumo aumenta y la inversión de capital, incluidas las medidas para combatir la escasez de mano de obra, aumenta, creando un círculo virtuoso que conduzca a nuevos aumentos salariales, extendiendo los beneficios no sólo a algunas empresas sino también a las pequeñas empresas locales», expresó.
Ishiba también mencionó la necesidad de reformar el sistema de seguridad social para adecuarlo a las nuevas realidades demográficas y laborales de Japón, garantizando un futuro más seguro para las generaciones venideras.
El Primer Ministro también destacó la importancia de estar preparado frente a desastres naturales, dado el alto riesgo que enfrenta Japón en términos de terremotos y tifones. En este sentido, anunció la creación de una Agencia Nacional de Gestión de Desastres, cuyo objetivo será coordinar las respuestas a emergencias y mejorar las infraestructuras de prevención.
4. DEFENSA DE LAS REGIONES
Ishiba, oriundo de la prefectura rural de Tottori, siempre ha sido un firme defensor del desarrollo regional. Su cuarta línea de defensa se orienta a revitalizar las regiones de Japón, que han sido afectadas por la despoblación y la falta de inversión. Señaló que establecerá una «Sede para la Creación de una Nueva Economía Regional y un Entorno de Vida», nombraremos un ministro a cargo y crearemos un plan básico en el que centrarnos durante los próximos 10 años. Promoveremos firmemente esta iniciativa como «Revitalización Regional 2.0».
El plan de Ishiba incluye iniciativas para potenciar sectores como la agricultura, la pesca y el turismo, sectores clave para el crecimiento regional. Además, destacó que este crecimiento debe ser inclusivo, integrando a las pequeñas y medianas empresas locales en los beneficios del desarrollo económico del país. Para ello, promoverá la colaboración entre el gobierno, el sector privado y las instituciones académicas para fomentar la innovación y el emprendimiento en estas áreas.
5. DEFENSA DE OPORTUNIDADES PARA JÓVENES Y MUJERES
Finalmente, la quinta línea de defensa de Ishiba se centra en la equidad y en la creación de un entorno donde los jóvenes y las mujeres tengan mayores oportunidades de crecimiento y participación. Se comprometió a promover reformas educativas que garanticen a todos los ciudadanos el acceso a una educación de calidad, así como a implementar medidas que permitan una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y en la toma de decisiones a nivel institucional.
El Primer Ministro se mostró especialmente decidido a derribar barreras sociales y culturales que han limitado la plena integración de las mujeres en la sociedad. «Debemos construir una sociedad en la que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades de éxito», afirmó. Parte de su agenda incluye reformas legales y la creación de espacios de debate público para definir cómo Japón puede avanzar hacia una mayor equidad de género.
LA ECONOMÍA: CONTINUAR LA ESTRATEGIA DE KISHIDA
Aunque no la economía no tuvo título específico en sus «cinco pilares de defensa», Ishiba incluyó una extensa mención del asunto económico dentro del segundo punto de «Defensa nacional». Allí destacó que la economía japonesa está a punto de superar la deflación y que para lograr una «economía de crecimiento impulsada por aumentos salariales e inversiones», continuará con la estrategia de crecimiento promovida por la administración de Fumio Kishida.
Partiendo de la idea de que «las finanzas dependen de la economía», sostuvo que llevará a cabo una gestión económica y fiscal que priorice la superación de la deflación, impulse el aumento sostenible de los salarios e impulse la inversión.
Luego aseguró que el país dejará esa economía tradicional de reducción de costos a «una que crea un alto valor agregado» y que convertirá a Japón en una «potencia inversora». En ese sentido dijo que las empresas exportadoras como las de automóviles, semiconductores y agricultura podrán ganar dinero de fuentes externas que mejorará la productividad de las industrias.
«Desarrollaremos aún más los esfuerzos del Gabinete de Kishida para convertirnos en una nación basada en la gestión de activos», manifestó, algo que significa aprovechar al máximo las fortalezas del país en todos sus aspectos. (RI/International Press)
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