La disminución de la población juvenil en Japón ha llevado a una crisis sin precedentes en las universidades privadas del país. Según una investigación de la Asociación de Promoción y Bienestar de Escuelas Privadas de Japón (JPSA), el 59.2% de las universidades privadas de cuatro años no alcanzaron su capacidad de matrícula en el año académico 2024. Este porcentaje, el más alto desde que se comenzaron a recopilar datos en 1989, revela una situación preocupante que afecta tanto a instituciones rurales como a universidades en las tres principales áreas metropolitanas: Tokio, Osaka y Aichi.
El estudio, que cubre un total de 598 universidades privadas a nivel nacional, muestra que el problema de la baja matrícula no se limita a áreas rurales, donde las pequeñas instituciones han sido las más vulnerables a la crisis demográfica. Por primera vez, las universidades de las principales áreas metropolitanas también han sufrido este fenómeno. La proporción de estudiantes inscritos en comparación con la capacidad de matrícula en estas regiones ha caído por debajo del 100%, una señal de advertencia para instituciones que históricamente han podido atraer a más estudiantes.
La disminución de la población de jóvenes de 18 años, que cayó en aproximadamente 34.000 personas en comparación con el año anterior, se ha combinado con un leve aumento en el número de plazas universitarias disponibles, agravando aún más la situación. En total, la tasa de ocupación de las universidades privadas fue del 98,2%, la más baja registrada en la historia de Japón.
LAS PEQUEÑAS UNIVERSIDADES…
Las universidades más pequeñas son las que enfrentan las mayores dificultades. Aquellas con una capacidad de entre 100 y 200 estudiantes vieron su tasa de ocupación caer al 83,4%, mientras que las universidades con entre 400 y 500 estudiantes experimentaron una disminución del 3,4%, situándose en el 85,3%. En contraste, las universidades con más de 3,000 estudiantes mantuvieron una ocupación del 103.7%, lo que sugiere que las grandes instituciones todavía pueden atraer a suficientes estudiantes, al menos por ahora.
A pesar de que Tokio y Osaka lograron mantener tasas de ocupación superiores al 100%, otras prefecturas como Chiba, Saitama, Kanagawa, Hyogo, Aichi y Kioto ya se encuentran con una capacidad no cubierta, lo que subraya la gravedad del problema incluso en las zonas urbanas.
CONSECUENCIAS QUE ESTÁN POR VENIR
El descenso en el número de estudiantes potenciales continúa poniendo en peligro la sostenibilidad financiera de las universidades privadas, que dependen en gran medida de las tasas de matrícula para su funcionamiento. Según un análisis realizado por la JPSA, cerca del 20% de las universidades privadas están operando con dificultades económicas, enfrentando exceso de deuda o incluso acercándose a la bancarrota. Como resultado, algunas instituciones ya han comenzado a suspender la admisión de estudiantes.
La reducción de la población joven, que el Ministerio de Educación estima disminuirá a 510.000 personas en 2040 y a 490.000 en 2050, amenaza con dejar sin cubrir al menos el 20% de las plazas universitarias en las próximas décadas, lo que genera una urgente necesidad de reformas en el sistema de educación superior del país.
Con el fin de evitar el colapso de más universidades, el Ministerio de Educación ha lanzado un programa de reformas a cinco años que comenzará en 2024, apoyando a 45 universidades pequeñas y medianas en la implementación de estrategias de gestión sostenibles. Este plan ha atraído a 111 instituciones interesadas, el 80% de las cuales tienen una capacidad de menos de 2,000 estudiantes. (RI/IP/NI/)