En la final masculina de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de París, Noah Lyles, de Estados Unidos, se coronó como el hombre más rápido del mundo al ganar la medalla de oro con un tiempo de 9.79 segundos. Lyles superó a Ackeem Blake de Jamaica por apenas 0.005 segundos, en una competencia tan reñida que los siete primeros puestos requirieron foto-finish.
Lyles, de 27 años, es un conocido amante de la cultura japonesa. Este sprinter no solo es fanático del anime, sino que incluso llevó una carta rara del juego japonés Yu-Gi-Oh! antes de una competencia anterior, lo que llamó la atención de los medios.
Al celebrar su victoria en el estadio, Lyles se envolvió en la bandera de Estados Unidos y, en un gesto que encantó a sus seguidores, imitó el famoso Kamehameha de Dragon Ball. Lyles ha expresado su admiración por el creador de Dragon Ball, Akira Toriyama, mostrando su tristeza cuando falleció el legendario mangaka.
La carrera fue liderada al principio por Ackeem Blake, quien tuvo un inicio rápido. Sin embargo, Lyles, con una salida un poco más lenta, mostró su impresionante velocidad en la recta final, superando a Blake justo antes de la meta.
La medalla de oro de Lyles es la primera de un estadounidense en esta prueba desde Justin Gatlin en 2004, marcando un regreso triunfal para Estados Unidos en el evento más icónico del atletismo.
Lyles, que ha combinado su amor por la velocidad con su pasión por la cultura japonesa, ha capturado la imaginación del público, convirtiéndose no solo en un campeón olímpico, sino también en un héroe para los fanáticos del anime en todo el mundo. (RI/AG/IP/)