“Cuantas más (motocicletas) vendo, más (dinero) pierdo”, dice el propietario de una concesionaria de Harley-Davidson en Japón.
El hombre es una de las víctimas de una práctica que la Comisión de Comercio Justo del país asiático considera como una posible violación de la Ley Antimonopolio, que prohíbe el abuso de una posición negociadora superior, informa Asahi Shimbun.
La Comisión de Comercio Justo está registrando las oficinas de la filial de Harley-Davidson en Tokio, bajo la sospecha de obligar a sus concesionarias a comprar motocicletas con sus propios recursos para alcanzar las cuotas de ventas.
Harley-Davidson Japan KK comenzó a establecer unilateralmente objetivos de ventas excesivamente altos para las concesionarias hace unos cuatro años.
Si las concesionarias no alcanzan la meta fijada, deben comprar los vehículos restantes con su propio dinero.
Si no lo hacen, las amenazan con no renovarles los contratos.
Cuando las concesionarias adquieren las motocicletas “sobrantes”, las registran a nombre de empleados u otras personas.
Aunque estos vehículos no se usen y tengan cero kilometraje, por el mero hecho de estar registrados como vendidos se deprecian en valor y se venden a los clientes a precios mucho más bajos.
Por eso el dueño de la concesionaria mencionado al comienzo de la nota dice que mientras más vende, más dinero pierde.
A su concesionaria se le asignó una cuota de ventas de unas 130 motocicletas este año, a pesar de que solo vende una media de 70 al año.
El año pasado, el hombre gastó casi 100 millones de yenes (654.000 dólares) de su bolsillo para comprar las motocicletas no vendidas. Pudo revenderlas, pero sufriendo grandes pérdidas.
El precio de mercado de una motocicleta una vez registrada cae en varios cientos de miles de yenes aunque no haya sido usada, dice.
El hombre planea terminar su contrato de concesión este año.
Mientras tanto, un vocero de Harley-Davidson Japón dijo que cooperarán plenamente con la investigación de la Comisión de Comercio Justo.
En 2023, Harley-Davidson Japan reportó ventas de 28 mil millones de yenes (183 millones de dólares), un 24 % más que el año anterior, debido en parte a la depreciación de la moneda japonesa. (International Press)