En un restaurante de mariscos y parillas de estilo bufé en Shibuya, Tokio, se ofrecen 60 platos durante los días laborables.
Para los turistas extranjeros varones, los precios son de 7.678 yenes (49,93 dólares) en el almuerzo y 8.778 yenes (57,08 dólares) en la cena.
Los japoneses y los extranjeros residentes pagan 1.100 yenes (7,15 dólares) menos.
A un turista de Taiwán entrevistado por Yomiuri Shimbun no le importa pagar más por el mero hecho de ser un turista foráneo. “La diferencia es minúscula. Lo que comí estaba delicioso. El servicio también fue bueno”, dice.
Casi el 20 % de los clientes del restaurante son extranjeros, así que uno de cada cuatro o cinco empleados habla inglés.
¿Cómo saben los trabajadores si los usuarios son turistas extranjeros? Verifican si son capaces de hablar japonés o si tienen tarjetas de residencia al entrar.
El dueño del negocio justifica la implantación del sistema dual de precios por el aumento de los costes laborales y el tiempo que requiere a un empleado atender
a un cliente que habla otro idioma.
El caso de este restaurante pone de manifiesto una controversia surgida en Japón luego de que el alcalde de la ciudad de Himeji, que alberga el popular Castillo de Himeji, Patrimonio de la Humanidad, revelara su idea de establecer dos tarifas para el ingreso.
El castillo, que recibió a alrededor de 450.000 turistas extranjeros en el último año fiscal, un máximo histórico, cobra una entrada de 1.000 yenes (6,5 dólares) a los mayores de 18 años.
El alcalde Hideyasu Kiyomoto evalúa aumentar el precio a los extranjeros a unos 30 dólares y que los residentes en Himeji paguen alrededor de 5 dólares.
Kiyomoto dijo que con el incremento busca asegurar fondos para la gestión y el mantenimiento del castillo.
Además, el sistema dual de precios es un estándar mundial, dijo.
No está alejado de la verdad. La entrada al Taj Mahal en la India cuesta unos 2.100 yenes (13,65 dólares) para los extranjeros, más de 20 veces más que para los ciudadanos indios, según Yomiuri.
Para ingresar al Museo del Louvre en Francia hay que desembolsar alrededor de 3.800 yenes o 24,7 dólares (gratis para los menores de 18 años), pero los residentes de la Unión Europea de entre 18 y 25 años no tienen que pagar nada.
Algunos, sin embargo, no opinan como el alcalde de Himeji. El de la ciudad de Nagoya, Takashi Kawamura, donde se encuentra el Castillo de Nagoya, señaló que no está barajando crear una doble tarifa. “Los extranjeros pueden sentirse desanimados”, enfatizó.
No obstante, hay quienes consideran que gracias a la debilidad del yen Japón es barato para los turistas extranjeros, con lo cual se crea una brecha entre su capacidad adquisitiva y la de los residentes en el país, razón por la cual sería natural fijar un sistema de dos precios. (International Press)
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