Durante las vacaciones de agosto de Obon, muchos japoneses que han emigrado por estudios o trabajo regresan a sus tierras de origen para reunirse con sus familias.
Este año, solo el 9,6 % planea hacerlo, según un sondeo realizado por la compañía de seguros Nippon Life.
Lo más sorprendente de la encuesta no es eso, sin embargo, sino que casi la mitad de encuestados, el 48,4 %, piensa quedarse en casa durante las vacaciones de verano.
El dinero, sin duda, influye en ello.
“Los japoneses se están empobreciendo y los turistas extranjeros están aumentando. Por eso, es demasiado caro y está demasiado lleno para ir a cualquier parte”, dice una persona.
“Soy soltero y es demasiado caro durante Obon. No puedo imaginar lo que haría una familia de cuatro”.
Acerca de este comentario, de acuerdo con la encuesta, el presupuesto medio de gasto en las vacaciones de verano es de 58.000 yenes (372,9 dólares), un monto que difícilmente alcanzaría para una familia de papás y dos hijos.
Pero no es el dinero lo único que disuade a los japoneses que piensan quedarse en casa. A continuación, tres comentaristas apuntan en otra dirección:
“Hace demasiado calor para salir. Los niños están mejor en una escuela con aire acondicionado”.
“Hasta en los centros turísticos de Hokkaido hace 34 grados y se han visto osos”.
“Con este calor, pasar solo 10 minutos al aire libre agota”.
Dos personas cuestionan la idea misma de viajar en vacaciones:
“¿Existe realmente alguna necesidad de ir a algún sitio?”.
“La idea de que debemos irnos de vacaciones es un mito propagado por los medios”.
(International Press)
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