Entre 1948 y 1996 estuvo en vigor en Japón una ley de eugenesia que buscaba prevenir el nacimiento de “hijos defectuosos” a través de esterilizaciones.
El 3 de julio, en un fallo histórico, el Tribunal Supremo de Japón declaró inconstitucional la extinta ley y ordenó al gobierno central el pago de una compensación a las víctimas.
El miércoles, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, recibió en su oficina a los demandantes.
Kishida recordó que la ley perjudicó al menos a 25.000 personas durante un período de 48 años.
Como encargado de hacer cumplir la ley, el gobierno de Japón tiene una “responsabilidad extremadamente grave”, declaró, según Asahi Shimbun.
“Lo siento sinceramente y, en nombre del gobierno, ofrezco mis disculpas”, dijo, mientras inclinaba la cabeza.
Calificada como la peor violación de los derechos humanos en la historia de Japón después de la Segunda Guerra Mundial, a través de la ley de eugenesia personas con discapacidad intelectual, enfermedades mentales o trastornos hereditarios fueron esterilizadas sin su consentimiento. (International Press)